martes, 25 de abril de 2017

SOBRE EL FANTAS MA DE NAPOLEON EN ITALIA

A LA CAZA DEL FANTASMA DE NAPOLEÓN EN LUCCA
Según medios italianos, el espíritu de Napolén vaga por el Palacio de Lucca. Varios especialistas, con sofisticado instrumental, tratan de demostrar su presencia

 Ilustración: Borja González Hoyos

Italia es un país habitado por fantasmas. Ahora se ha desatado la caza de Napoleón. Así lo informan destacados medios del país, comenzando por la agencia oficial de noticias ANSA: «Piazza Grande y Pallazo Ducale en Lucca estarían infectados por un fantasma, y no se trata de un fantasma cualquiera, sino el del emperador Napoleón Bonaparte». No es algo raro la aparición de fantasmas en Italia. Existe un inventario recogido en un documento presentado en la Bienal del Paisaje en el 2010 en el que se ofrecía un inventario de 1.000 pueblos italianos abandonados, porque la población los creía infectados por espectros o espíritus.

El de Napoleón es solo uno de los últimos casos. Los encuentros con el ilustre fantasma se cuentan ya por decenas desde el 2015. El más misterioso e intrigante, al menos para los expertos en espectros, se produjo el 24 de enero al atardecer, cuando el espíritu, perfectamente reconocible, se mostró a cuatro transeúntes. Les habría hablado en perfecto italiano y también en francés, contándoles una «oscura profecía». Después, tras saludarlos cordialmente, «desapareció en un muro del Palacio Ducal de Lucca». La noticia de las apariciones, al menos veinte, llegó al National Ghost Uncover, grupo italiano de estudiosos de lo paranormal, con base en Forli y compuesto por 102 miembros de toda Italia. Varios de estos especialistas, capitaneados por su presidente, Massimo Merendi, llegaron el jueves a Lucca, una bella ciudad Toscana de 86.000 habitantes que conserva intactas sus murallas medievales. Con batas blancas y sofisticados instrumentos, «rigurosamente científicos», según ellos, tratan de lograr pruebas de la presencia de Napoleón, ante la mirada curiosa y un tanto escéptica de los luqueses, aunque todos saben que los destinos de Lucca y de Bonaparte se han entrecruzado en la historia. En 1805 Napoleón se apoderó de esta ciudad-estado y colocó al mando como «princesa de Lucca» a su hermana menor, Elisa Bonaparte, que gobernó en el palacio Ducal, hoy sede de la provincia, donde el espectro napoleónico ama hacerse ver a algunos transeúntes.

ROMA, CAPITAL PREFERIDA POR LOS FANTASMAS

Aparte de Lucca, numerosas son las ciudades italianas célebres por sus fantasmas. Las guías están llenas de castillos, palacios y casas antiguas con historias y voces populares que se mezclan para alimentar leyendas de personajes y presencias misteriosas. Roma es una de las capitales del mundo preferida por los fantasmas. Lo sabía muy bien Paloma Gómez Borrero, prestigiosa y admirada periodista, toda una institución en la ciudad eterna, a la que dedicó uno de sus libros más conocidos: «Los fantasmas de Roma». Escuchando a Paloma, inigualable en saber dar vida a sus anécdotas e historias, cualquiera acababa convencido: «Siempre creí en los fantasmas, desde pequeña. Son gente buena que nos ayudan en la vida». Paloma sabía echar mano de los santos para hablar de los espíritus: «Decía San Agustín que los fantasmas son seres invisibles, pero no ausentes». Paloma estaba convencida de haber visto un fantasma en el Palacio de España, sede de la embajada española ante la Santa Sede, residencia del embajador y de varios diplomáticos: «Se llamaba fray Piccolo. Yo iba a una cena y no sabía a qué puerta llamar entre las cinco que había. Le pregunté al fraile y no me contestó, pero me señaló la puerta justa. A los comensales les comenté que me había ayudado un fraile, y me contestaron: “¿Qué fraile? Si no hay nadie fuera…». Luego descubrí que lo habían matado en la casa por haberse liado con una señora del palacio, cuyo marido los «pilló y lo mató», contaba siempre Paloma dando gran veracidad a su relato.

En relación con la existencia de los fantasmas, seguramente muchos italianos podrían evocar y parafrasear la popular frase gallega: «Yo no creo en los fantasmas, pero haberlos, los hay».  ABC

sábado, 22 de abril de 2017

LA EXPLICACIÓN DEL AROMA DE LOS LIBROS

 NUEVOS O VIEJOS, LOS LIBROS DESPRENDEN UN AROMA CUYA EXPLICACIÓN ES NETAMENTE QUÍMICA.


De diferentes formas, tamaños, géneros e idiomas, las obras literarias son capaces de trasladarnos de nuestra realidad a un mundo totalmente diferente. Desde el crimen, fantasía, no ficción y el mundo académico, todos tienen en común un elemento químico, y su origen no son los ácaros literarios.

Ya sea nuevo o viejo, todo libro desprende un aroma particular. Hay quienes prefieren aquel que lleva años desarrollándose y otros que gustan más de aquel que acaba de salir de la imprenta, pero ambos deben su origen a la química de los elementos que los componen.

Todos los libros desprenden componentes volátiles que son percibidos por el olfato, algunos producto de la degradación (los más antiguos) y otros por los tipos de adhesivos, tinta y papel (los nuevos).

Libros Antigüos

Con el paso del tiempo, la descomposición de la celulosa y la lignina (polímero orgánico vegetal), producen en conjunto otros compuestos orgánicos. Los tipos de papel y la edad de los libros son los factores que determinan los compuestos específicos, concentraciones y por ende el olor ya que, por ejemplo, los libros más antigüos tienen más lignina. Pero en general los compuestos suelen ser:

    Tolueno: Olor dulce
    Vanilina: Olor a vainilla
    2-Etil-Hexanol: Aroma ligeramente floral
    Etil benceno: Olor dulce
    Benzaldehído y Furfural: Aroma a almendras

Libros Nuevos

Los ejemplares más recientes dependen más que nada de los adhesivos, tinta, el tipo de papel y los productos químicos usados en el mismo. Los adhesivos modernos generalmente se basan en co-polímeros como el Etileno acetato de vinil. Por su parte el papel, es tratado con una gran variedad de químicos para alcanzar las propiedades deseadas. También se usan sustancias petro-químicas como solventes para tinta. Muchos de estos compuestos de por sí no tienen olor, pero reaccionan y contribuyen a la expulsión de componentes volátiles.

Adhesivos como el Etileno acetato de vinil
Papel
Tinta
Peróxido de hidrógeno (compuesto blanqueador)
Alquilo ceteno dímero (para generar resistencia al agua)


Fuente: La Tercera 
Mónica Garrido


miércoles, 19 de abril de 2017

LA ISLA ERRANTE DE SAN BORONDÓN QUE APARECE Y DESAPARECE

La silueta de la isla de San Borondón, en el horizonte, fotografiada en 1958 por M. Rodríguez Quintero – ABC
La «octava» isla canaria ha sido divisada por muchos, cartografiada y fotografiada. Incluso hay quien asegura haber estado en ella pese a que nunca se ha demostrado su existencia

A 10º 10’ de longitud y a 29º 30’ de latitud situó Juan de Abreu Galindo la enigmática isla de San Borondón cuyas formas dibujó Pizzigano a corta distancia de El Hierro en su mapa de 1367 o Toscanelli en 1476. No eran los únicos puntos en los que esta isla errante había sido divisada antes de desaparecer como por arte de magia al anochecer. Hubo incluso quien aseguró haber puesto pie en esta tierra que Leonardo Torriani dibujaría en tiempos de Felipe II alargada, con colinas dispersas y cruzada por una baja cordillera.

El portugués Pedro Vello relató que en cierta ocasión en la ruta del Brasil, hallándose cerca de las Islas Canarias, los vientos le obligaron a buscar refugio en San Borondón, donde desembarcó junto a otros marineros de Setúbal y descubrió unas enormes huellas de hombre. Se encontraban explorando la isla cuando se levantaron vientos huracanados. Vello llamó a sus hombres, pero al no obtener respuesta y temiendo perder su barco, volvió a él en la chalupa dejando allí para siempre a los dos marineros.

También el canario Marcos Verde dijo haberse topado con la isla fantasma al regreso de la ruta de la Berbería. Bajó con su tripulación a tierra en San Borondón y la recorrió, sin encontrar rastro humano, antes de volver a bordo cuando cayó la noche.

Historias como éstas empujaron al capitán general de las Islas Canarias Juan de Mur y Aguirre a impulsar la que sería la última expedición a San Borondón en 1721, al mando de Gaspar Domínguez. Y como en las misiones anteriores, sin éxito.

Fernando de Troya y Fernando Álvarez, marineros de Gran Canaria, se aventuraron en su búsqueda en 1526 y treinta años después el portugués Roque Nuñes, con el cura palmero Martín de Araña a bordo. Éstos últimos aseguraron haber divisado San Borondón, aunque no desembarcaron. Ni rastro encontró la expedición que salió desde la Palma en 1560 con Hernando de Villalobos, el piloto Gaspar Pérez de Acosta y el misionero fray Lorenzo Pinedo. En el año 1570 dicen que la isla se apareció más veces, con más de cien testigos. Tanto fue así que Hernán Pérez de Grado, primer regente de la Real Audiencia de Canarias, ordenó abrir una investigación sobre esta tierra fantasma, también conocida como la Encubierta, Perdida o No Encontrada.

Antiguos mapas registran una "octava isla" en el archipielago canario

 De San Brandán a San Borondón

San Borondón es el nombre que recibió en Canarias un santo irlandés del siglo VI, San Brandán (Brendán o Brandano), que, según los documentos sobre su vida de los siglos IX al XII, recorrió el Océano Atlántico durante siete años en compañía de catorce monjes, fundando conventos como el de Clonfert. San Brandán buscaba la isla del Paraíso, a tenor de los relatos sobre sus hazañas que recuerdan al cuento de San Amaro o el viaje de Trezenzonio, según destaca el profesor Marcos Martínez Hernández en su artículo «Islas míticas en relación con Canarias».

La posible presencia en el archipiélago de un monje llamado Brandano vino a reforzar pronto esa unión de San Brandán con Canarias que se reflejó en la cartografía medieval.

En 1958, ABC publicó una imagen en la lejanía de la isla errante de San Borondón. «Ha sido fotografiada por primera vez», rezaba el reportaje de Luis Diego Cuscoy que relataba las historias relacionadas con la Encubierta y sus apariciones. «Hace unos días, a los cinco años de su última aparición, la islita ha surgido a sotavento de La Palma, como antes, como siempre. El último dibujo de la silueta de San Borondón fue trazado en el siglo XVII. Y, lo que son los tiempos, tres siglos después, San Borondón ha sido fotografiado» entre Tazacorte y los Llanos de Aridane, señalaba la crónica. «El afortunado fotógrafo, verdadero testigo de excepción, ha dejado fiel constancia del hecho. Uno más que ha creído en la realidad de esa tierra fluctuante», finalizaba este diario.

Aún serían grabadas posteriormente en vídeo sus apariciones y comentadas en programas de televisión e incluso saldrían a la luz documentos del naturalista Edward Harvey, que habría visitado la isla en 1865. Sin embargo, «hoy en día sería descabellado afirmar que San Borondón es una realidad física», admite José Gregorio González en el libro «Canarias mágica».

«Tremenda mentira nos metió el patrón (...) Boguemos ligeros, con fuerza y ardor que allá por los mares la Elvira se hundió sin dar con la isla de San Borondón.», que cantaban Los Sabandeños.

De lo que no hay duda, a juicio de Martínez Hernández, es que «esta isla misteriosa, enigmática y fantasmagórica hasta tal punto está arraigada en el imaginario colectivo del pueblo insular que se la considera la octava isla del Archipiélago canario».  ABC

Más información en: 





sábado, 15 de abril de 2017

EL BOSQUE TORCIDO EN POLONIA



 NO SE ENCUENTRA UNA EXPLICACION
 El bosque está situado en Gryfino, en la región de Pomerania, al noroeste de Polonia. El origen de este bosque de pinos curvos, llamado comúnmente “el bosque torcido”, es un misterio. Sí se estima que los pinos de este bosque (también conocido como crooked forest) fueron plantados en 1930.

En el bosque torcido de Polonia se calcula que existen cerca de 400 pinos que poseen una curvatura de 90 grados en la base de sus troncos, todos doblados hacia el norte. Luego los troncos de los arboles continuan creciendo hacia arriba en forma vertical.

Teorías sobre el bosque torcido de Polonia

Existen varias teorías que podrían explicar el fenómeno. Entre ellas está la que dice que los árboles abrían sido modificados mecánicamente, es decir, usando cuerdas y otros mecanismos de fuerza, para que los pinos al crecer tuvieran esta particular forma.

Se dice incluso que fueron carpinteros del servicio secreto alemán los que curvaron los pinos con dispositivos mecánicos con la intención de talarlos posteriormente y usarlos en fabricación de muebles de madera curva, cascos de embarcaciones o yugos de arados, sin embargo, nada de esto ha sido comprobado fehacientemente. Agencias.

martes, 11 de abril de 2017

LOS FAMOSOS AMANTES DE POMPEYA ERAN DOS HOMBRES



HASTA AHORA SE BARAJABAN LAS HIPÓTESIS QUE FUESEN DOS MUJERES O UNA PAREJA DE HOMBRE Y MUJER
Los dos cuerpos abrazados conocidos como ‘Los amantes de Pompeya’ son dos hombre de 18 y 20 años, según han revelado los estudios antropológicos y los análisis de ADN realizados recientemente en la Casa del Criptoportico, donde fueron descubiertos en el año 1913,.
Hasta ahora se creía que eran dos mujeres, o en su defecto, un hombre y una mujer que se abrazaron en sus últimos segundos de vida durante la erupción del Vesubio en el año 79 d.C.


Muestras de un diente y de fragmentos óseos
 El director de las excavaciones, Massimo Osanna, ha explicado en declaraciones a Il Corriere del Mezzogiorno que los análisis se llevaron a cabo por medio de la reconstrucción de la secuencia de ADN de muestras de un diente y fragmentos óseos, previa limpieza y pulverización. También se ha realizado un TAC (tomografía computerizada).

Se ha investigado también si tenían alguna línea de parentesco, pero no ha sido posible demostrarlo.

La Vanguardia