martes, 11 de octubre de 2011

EL PETIT TRIANON ¿VIAJE AL AÑO 1770?

LOS ESPIRITUS DE VERSALLES
Durante el verano de 1901, el tiempo había sido sofocante en París, pero el 10 de agosto unas nubes ligeras y un viento refrescante mitigaron un poco el calor. Para Ann Moberly y Eleanor Jourdain, dos profesoras de vacaciones, era un día perfecto para pasear por los vecinos jardines de Versalles.
Después de ver el exquisito palacio, las mujeres decidieron visitar el Petit Trianon, residencia construida en 1762 para la amante de Luis XV. Mientras caminaban por los jardines, contó después la señorita Jourdain, experimento  “una sensación de depresión y soledad”. Cuando las damas llegaron al pabellón, su perturbación se convirtió en un impresión de “algo misterioso que inspiraba terror”.
Ambas se apresuraron hacia el Petit Trianon, y encontraron varias personas por el camino, entre ellas, dos hombres con “abrigos de color gris verdoso y pequeños sombreros tricornios” sentados cerca de una casa de campo, un hombre con un sombrero raído y una capa negra y una mujer que dibujaba sentada en el suelo.
Aunque la visita en sí transcurrió sin incidentes, ambas mujeres sintieron que algo extraño les había sucedido en Versalles, y llegaron a la conclusión de que el lugar estaba habitado por espíritus. En Viajes sucesivos, comprobaron que el pabellón y los hombres de atuendo extravagante habían desaparecido, la casa de campo parecía distinta y un arbusto bien arraigado crecía cerca del lugar donde pintaba la artista. Estudiaron la historia del Petir Trianon y concluyeron que, de algún modo, habían presenciado una escena de la época de María Antonieta. En 1911, contaron su historia en un libro que titularon: Una aventura.
Aquel mismo año, Eleanor Sidgwik, de la Sociedad para la Investigación Psíquica, revisó el caso de las dos amigas y encontró en él cierta confusión. Pero los relatos de figuras espectrales en los jardines de Versalles continuaban acumulándose, y en 1946 llamaron la atención del parapsicólogo G.W. Lambert. El investigador dictaminó que algunos detalles de la narración de Moberly y Jourdain, que otros corroboraron, no tenían consistencia en el entorno del Versalles de 1901, pero se asemejaban a las descripciones históricas del lugar en 1770.
Pensó que las dos mujeres habían experimentado una retrocognición, en la que una persona que vive en el presente observa sucesos del pasado. Sin embargo, los escépticos conjeturan que lo que realmente vieron las mujeres fueron actores con vestuarios de época que representaban una función. Sea lo que fuere lo que contemplaron, lo más probable es que los escépticos y creyentes continuarán debatiendo este intrigante episodio en los años venideros.
Fuente: Archivos IIEE

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