lunes, 11 de abril de 2016

CUIDADO CON LOS CHARLATANES QUE DICEN CURAR ENFERMEDADES DIVERSAS

UN PADRE DENUNCIA AL CURANDERO QUE TRATÓ, SIN ÉXITO, LA LEUCEMIA DE SU HIJO

Mario murió con 21 años seis meses después de cambiar la quimioterapia y un trasplante de médula ósea por una terapia pseudocientífica a base de vitaminas que le costó 4.000 euros

En la foto: El padre de Mario que inicio una campaña contra los curanderos "chantas"

Mario era un estudiante de Física de Burjassot (Valencia), pero con solo 21 años recibió la terrible noticia que truncaría todos sus proyectos: tenía leucemia, una enfermedad que acabó con su vida sólo seis meses después. Quizás el cáncer se lo habría llevado igualmente, pero en su familia siempre quedará la duda: Mario decidió cambiar el tratamiento hospitalario por una terapia pseudocientífica a base de vitaminas a instancias de su madre, simpatizante de “terapias alternativas”. Dejó de lado, así, la propuesta de quimioterapia y trasplante de médula ósea que le habían planteado en el hospital Arnau de Vilanova de Valencia.

Su padre Julián Rodríguez, haciendo de tripas corazón, creó la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) y denunció hace dos años el caso ante la Justicia. Ahora, cuando el Juzgado de Instrucción nº7 de Valencia estaba a punto de archivar la causa, la Audiencia Provincial ha reabierto el caso por presunto intrusismo profesional. El denunciado se enfrenta a una pena de hasta dos años de prisión.

“CURAR EL CÁNCER CON VITAMINAS”

El terapeuta de Mario fue José Ramón Llorente, presidente de la Asociación Española de Nutrición Ortomolecular, y que se presentaba como experto en esta materia. Pese a carecer de titulación médica, Julián Rodríguez denuncia que aseguraba “ser capaz de curar el cáncer con vitaminas”. La Generalitat Valenciana ya le obligó a cambiar ‘Medicina naturista y ortomolecular’ por ‘Centro de Terapias Naturales’ tras una denuncia.

En el informe judicial, al que ha tenido acceso La Vanguardia, consta que el denunciante aportó un recurso en el que decía que su hijo recibió un “tratamiento” con “elementos contraproducentes” como “hongos o alcohol” que le costó 4.000 euros. En el texto las magistradas creen que la documentación aportada corrobora el “intrusismo del denunciado” por anunciarse como “experto en medicina que aborda el cáncer”, ya que aparecía en vídeos donde usaba terminología “de apariencia médica” explicando las ventajas de su tratamiento con vitaminas frente a la quimioterapia.

En uno de esos vídeos, el curandero aparece en un despacho junto al logo ‘Hospital Aquarius’. En el escrito judicial se expone que da “la apariencia” de que se “presenta actuando como médico” aún “careciendo” de esa titulación y tacha de “intervención intrusa” el papel de José Ramón Llorente en la decisión del joven Mario de abandonar la quimioterapia. Además, recuerda que en la relación médico-enfermo, el primero tiene “un valor indiscutible con valor terapéutico, dado el evidente desequilibrio que existe en ambos” que conduce a que el paciente se ponga sus manos.

La Vanguardia se ha puesto en contacto con José Ramón Llorente, quien ha declinado dar explicaciones “por recomendación” de su abogado, algo que asegura que le “fastidia” porque no tiene “nada que ocultar” después de 44 años trabajando. El denunciado cree que hay “personas que están mintiendo descaradamente por una cuestión de intereses” y añade que, según la Sociedad Española de Oncología Médica, “el año pasado murieron 104.000 personas siguiendo tratamientos de oncología”.

“PAPÁ, ME HE EQUIVOCADO”

Aparentemente, Mario aceptó voluntariamente el tratamiento, como persona mayor de edad que era. Pero su padre lo cuestiona. Alega en un escrito que su hijo estaba “desorientado” al recibir la terrible noticia siendo tan joven, lo que le dejó en desventaja a la hora de aceptar los postulados de “un entendido en medicina naturista”. Cuenta que “metió miedo” a su hijo asegurando que no aguantaría más quimioterapias y este se dio cuenta del error cuando ya era demasiado tarde.

Julián Rodríguez cuenta que tuvo una escalofriante conversación con Mario, quien le dijo, ya cerca del fatal desenlace: “Papá, me he equivocado”. “No, hijo, no te has equivocado, te han mareado la cabeza”, le respondió, por no decirle, según él, “te han engañado” en un momento tan duro. Y añade, tajante, que su hijo fue manipulado por el “falso terapeuta”.

Julián Rodríguez, muy afectado, ya no concede entrevistas con los medios, pero sigue luchando con su asociación para que no se produzcan nuevos casos. La entidad reclama que las personas sin estudios médicos acreditados por organismos oficiales no puedan ofertar terapias curativas, que no se puedan publicitar las curaciones de enfermedades sin datos objetivos, que se potencie la cultura de prevención de enfermedades en la sociedad y se potencie un pensamiento crítico y científico para evitar “posibles manipuladores de pseudocientíficos”. En el propio escrito de la Audiencia se menciona el medio Discovery Salud, una web y revista que promociona abiertamente las pseudoterapias.

También ha impulsado una campaña en Change.org donde cuenta su historia y con la que busca limitar las prácticas calificadas como “terapias naturales, complementarias o alternativas”.

Fuente: La Vanguardia


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