martes, 5 de junio de 2012

¿EXISTE EL MAL DE OJO?

LOS MAGNÉTICOS PODERES DE LA MIRADA


Una de las pocas creencias comunes a cualquier cultura es el mal de ojo, ante cuya sola mención todos nos ponemos en guardia. En la Edad Media  cualquier enfermedad infantil o desgracia familiar solía atribuirse al maléfico influjo brujeril. Hoy, muchas personas piensan que sus hijos fueron  "cargados" por una mirada de alguien inadvertidamente o con fines de otro tipo.

¿Puede una simple “superstición” generalizarse de tal modo? ¿Tiene el alojamiento alguna base científica o es tan sólo el fruto retorcido de nuestra imaginación?

Para los egipcios, el mejor amuleto contra el mal de ojo era, precisamente, un emblema del ojo humano. Todavía hoy en día los amuletos gozan de gran popularidad para combatir este supuesto mal. Se cree que El mal de ojo es hereditario y que puede hacerse intencionalmente o actuar en forma involuntaria.

La mitología de muchas partes de nuestro planeta nos habla de un animal imaginario, el basilisco,  capaz de matar a cualquiera con sólo mirarlo. Este poseía un poder devastador que el mismo podía morir si se veía reflejado en un espejo. Este tipo de leyendas y anecdotario popular se puede recoger aún en variadas forma en la zona sur de nuestro país.

Según algunos “entendidos”  en esta materia para comprobar si existe el mal de ojo se deben colocar tres gotas de aceite en el dedo meñique de la mano derecha y se dejan caer en una taza o vasija con agua. Hay que comprobar si flotan, caen al fondo o cambian de color. Si las gotas se hunden o se fraccionan hay mal de ojo; si flotan y permanecen integras, no lo hay.

Como remedio para contrarrestar el efecto del mal ojo se aconseja un baño de cerveza como el remedio efectivo más simple para contrarrestar los efectos del mal ojo

a.       Incorporar un litro de cerveza a media bañera de agua templada. Añada una cucharadita de sal y revuélvalo en la dirección de las manillas del reloj hasta que se mezclen bien.
b.      Métase en la bañera y sumérjase por completo varias veces. Seguidamente siéntese en la bañera y viértase el agua por encima con la ayuda de un cazo. Sumérjase de nuevo, y aclárese con el agua varias veces más hasta que haya permanecido en el agua unos seis o siete minutos.
c.       Salga de la bañera y séquese bien el pelo con una toalla seca. Póngase un traje de baño y déjese que el agua se seque sobre su cuerpo. Retíerese a un cuarto tranquilo y rece sinceramente pidiendo ayuda, Las oraciones más indicadas para cristianos creyentes son el salmo 23 y la oración del Señor  (Mateo 69.13)

¿Qué piensa usted amigo lector?

Sólo podemos añadir que la mirada tiene un efecto magnético especial en las personas, se siente su peso cuando lo miran sin que usted se de cuenta y también por una simple mirada también nace el sentimiento del amor. O sea, algo debe de haber en todo esto...

Consejos de Draja Mickaharic

Fuente: Año Cero Nº 18 – Año III




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