Los
investigadores anunciaron el miércoles el hallazgo en una cueva de Sudáfrica
del dibujo a lápiz más antiguo conocido hasta la fecha, de 73.000 años.
Se
trata de unas líneas de color rojo que se entrecruzan, dibujadas con un lápiz
de ocre sobre un fragmento de roca silícea, y que preceden de al menos 30.000
años los dibujos de este tipo más antiguos conocidos hasta ahora, subraya un
estudio publicado por la revista Nature.
Existen
en cambio grabados más antiguos, recuerda el arqueólogo Franceso D’Errico, uno
de los autores de la publicación, como un “zigzag” grabado en una concha,
hallado en Java (Indonesia) y fechado de hace más de 540.000 años, sin duda
realizado por el Homo Erectus.
El
dibujo a lápiz fue hallado en la pequeña cueva de Blombos, situada a 300 km al
este de Ciudad del Cabo y escenario de hallazgos de varios objetos trabajados por
el hombre moderno (grabados, utensilios).
El
fragmento de roca silícea de 4 cm de largo proviene de una capa arqueológica
fechada de hace 73.000 años y en uno de sus lados se halla el dibujo compuesto
por nueve finas líneas entrecruzadas.
“VOCACIÓN
SIMBÓLICA”
¿Cómo
saber si fueron dibujadas adrede por los humanos? ¿Y con qué exactamente? El
equipo llevó a cabo una serie de experimentos para tratar de reproducir las
líneas.
“Los
resultados indican que las líneas fueron trazadas de forma deliberada con un
lápiz de ocre puntiagudo, sobre una superficie alisada previamente mediante
frotamiento”, subrayó el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS)
de Francia, del que D’Errico es director de investigación.
La
punta debía de medir entre 1 y 3 milímetros de ancho.
El
fragmento de roca “formaba parte de un objeto mayor, quizás una muela para
producir polvo de ocre”, según D’Errico.
El
hallazgo del dibujo es además “interesante porque en las mismas capas
arqueológicas, el equipo ya había hallado dibujos parecidos grabados sobre
fragmentos de ocre con puntas de piedra”.
“Es
la primera vez que vemos el mismo motivo reproducido en soportes diferentes,
con técnicas diferentes”, agregó el experto.
“Esto
refuerza la idea” de que las líneas entrecruzadas era un concepto que existía
entre los cazadores-recolectores. Seguramente tenían una “vocación simbólica”.
“Pero muy seguramente, no lo consideraban como una forma de arte”, indicó
D’Errico. Agencias