Tras dedicar una década a analizar
centenares de procesos judiciales de finales del siglo XVI buscando fuentes
históricas del Quijote, el archivero español Javier Escudero ha
encontrado hasta una treintena de personajes reales en la novela de Miguel de
Cervantes.
"Yo encuentro el documento y dejo que hable", afirmó este investigador, autor de una tesis sobre personajes cervantinos en La Mancha que ha sido calificada cum laude en la Facultad de Humanidades de Toledo (centro).
Escudero buceó en procesos que aportan mucha información sobre las características del personaje, su entorno, el trabajo, las propiedades, los lazos familiares o las relaciones sociales.
Hasta ahora, lo habitual había sido
acudir a partidas de bautismo o de matrimonio y a protocolos notariales, que
son documentos de los que se puede extraer muy poca información, apenas nombres
y fechas, explica el investigador.
Su formación en Derecho, no en
Filología, le hizo enfrentarse a esta investigación como si de un juicio se
tratara, esforzándose en conseguir pruebas "hasta abrumar", porque su
objetivo era ofrecer tal "acumulación de pruebas, de documentos" que
de ello se desprenda "que alguna tiene que ser verdad porque son
muchas".
En su investigación hay biografías de
una treintena de personajes reales manchegos que están reflejados en el Quijote
(Francisco de Muñatones, Francisco de Acuña, Pedro de Villaseñor, Martín López
Haldudo, Miguel Berenguel y otros muchos) y también situaciones que inmortalizó
Cervantes (tener una biblioteca, vestir como caballeros medievales, atacar un
molino de viento, comprar un rocín y que se caiga...).
Escudero ha subrayado que esta
coincidencia "no quita valor a la obra de Cervantes, sino que es
complementaria".
Porque "que haya fuentes
históricas o folclóricas no significa que no haya fuentes literarias, que
las hay, o fuentes autobiográficas o que utilice otra multitud de fuentes. A lo
mejor, las fuentes históricas son una proporción muy pequeña, pero existen y
son complementarias con las otras", explica.
Este madrileño de 52 años, que actualmente trabaja en Cuenca (centro), ha intentado "ver" lo que aparecía en los archivos "de la forma más objetiva posible", sin "prejuicios", dejando que los documentos "hablen". Es decir, se ha colocado delante del documento y ha extraído unas conclusiones, pero no ha tratado las fuentes literarias.
Una de las conclusiones más
interesantes de su investigación es que El Toboso (Toledo) y localidades
próximas tienen una gran concentración de personajes reales y de sucesos que
aparecen en el Quijote, y todo sucede entre 1578 y 1591, y más en concreto
entre 1581 y 1584. O sea, que estas personas, coetáneas de Cervantes, vivían en
un mismo entorno geográfico.
"Es
una locura similar a la del Quijote"
Estos diez años de investigación (cinco
de ellos dedicados al doctorado), casi cien mil folios de procesos judiciales
de finales del siglo XVI, una tesis, un libro en tres volúmenes que saldrá en
pocas semanas (publicados por la editorial Almud) y su presencia en numerosos
congresos internacionales ha sido "una locura similar a la del Quijote, la
verdad es que sí", ha admitido Javier Escudero.
Su periplo, sin embargo, empezó antes, hacia el año 2000, cuando era archivero en Mota del Cuervo (Cuenca), y después en Socuéllamos (Ciudad Real), y estaba haciendo una serie de estudios sobre esas localidades manchegas.
Al principio, le resultó "un poco
complicado" exponer sus primeras conclusiones ante la comunidad
cervantista, porque sonaba a volver de nuevo a la teoría de los modelos vivos,
pero en un momento determinado todo comenzó a rodar.
Tras recorrer una veintena de países hablando de sus investigaciones, tiene claro que aceptar que hay "realidad" en el Quijote, y en la obra de Miguel de Cervantes en general, solo se admite "en casos muy concretos y con mucho cuidado y reflexión". (Fuente: El Universal - Mexico) fjb