lunes, 27 de agosto de 2018

KATHERINE JOHNSON, GENIO MATEMATICO


LA MUJER QUE HIZO LOS IMPRESCINDIBLES CÁLCULOS PARA LLEVAR AL HOMBRE A LA LUNA CUMPLE 100 AÑOS

Johnson trabajó en el centro Langley hasta 1989, tiempo durante el que participó en proyectos como el del transbordador Space Shuttle

La mujer que hizo los imprescindibles cálculos para llevar al hombre a la Luna cumple 100 años

El astronauta del Apolo 17 Harrison Schmitt usa una bola para atrapar muestras lunares en diciembre de 1972. Cintas de datos lunar recientemente restauradas muestran que la actividad de los astronautas de Apolo calienta ligeramente la superficie de la luna. (NASA)

A Katherine Johnson, que mañana cumple 100 años, le encantaba contar, de hecho lo contaba todo, hasta los platos que lavaba, y fue su maravillosa capacidad para el cálculo lo que ayudó a poner en órbita el Apolo XI, que llevó por primera vez al hombre a la Luna.

Las grandes misiones científicas son fruto del esfuerzo combinado de grandes equipos en los que todas las aportaciones cuentan, como la de Johnson y otras mujeres afroamericanas, cuya labor en la NASA fue durante años desconocida para el gran público, hasta la llegada de la película Hidden Figures (Figuras ocultas, 2016).

Ella fue una de las mujeres negras que formaban un equipo en el Centro de Investigación Langley para calcular la trayectoria de los primeros lanzamientos espaciales, unas operaciones que hoy hacen los ordenadores, pero en los años sesenta los “ordenadores llevaban falda”, según sus palabras recogidas en los numerosos documentos que la Nasa le dedica en su web.


Katherine G. Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson, tres mentes brillantes que lucharon para hacerse valer en la NASA en sus representaciones en el cine. (20th century fox)

Fueron sus cálculos los que ayudaron a que la misión Apolo XI llegara a buen puerto y a que Neil Armstrong pisara la Luna (1969), pero también los que fijaron la trayectoria del primer viaje al espacio de un estadounidense, Alan Shepard (1961).

Cuando la NASA empezó a usar ordenadores para la misión en que John Gleen orbitó la Tierra por primera vez (1962), le pidieron verificar los cálculos de la máquina. “Si ella dice que son buenos, entonces estoy listo para ir”, dijo el astronauta, según recuerda Johnson.

De hecho, la Nasa reconoce en su web que “no habría podido hacer esas cosas sin Katherine Johnson y su amor por las matemáticas”.

Johnson fue una niña curiosa y brillante nacida el 26 de agosto de 1918 en White Sulphur Springs (Virginia, EE.UU), que a los 10 años ya cursaba secundaria. Entró en la Universidad estatal de West Virginia donde se graduó en Matemáticas y francés con los máximos honores en 1937 y aceptó un trabajo como maestra en una escuela pública para negros.

”Siempre estaba alrededor de gente que estaba aprendiendo cosas -señala-, me encanta aprender. Aprendes si quieres”.

La vida tomaría un nuevo derrotero para Johnson cuando en 1952 un familiar le dijo que había puestos en la sección de computación del ala oeste (donde trabajaban los afroamericanos) del Laboratorio Langley de la NACA -predecesora de la Nasa- por lo que ella y su marido decidieron mudarse a Hampton, en Virginia.

Mujer decidida y con dotes de liderazgo, no se limitó a hacer cálculos sino que pidió asistir a las reuniones con los ingenieros, algo inédito para una mujer y afroamericana, pero finalmente lo consiguió, con lo que fue abriéndose camino y ganándose el respeto de sus compañeros.

Corrían los años cincuenta y las leyes de la segregación racial, aunque Johnson asegura que “no tenía tiempo para eso” y recuerda lo que su padre le enseñó: “eres tan buena como cualquiera en esta ciudad, pero no eres mejor. No tengo un sentimiento de inferioridad. Nunca lo había hecho. Soy tan buena como cualquiera, pero no mejor”.

Tampoco sintió la segregación en su trabajo. “Allí investigabas. Tenías una misión y trabajabas en ella”, aunque, por ejemplo, cuando empezó a trabajar con blancos sus compañeros le exigieron usar una cafetera distinta.

Esa es una de las historias que refleja el libro “Hidden Figures”, de Margot Lee Shetterly, en el que se basó la película del mismo nombre y que rescató del anonimato popular a Johnson y dos de sus compañeras, Dorothy Vaughan y Mary Jackson, interpretadas por Taraji Henson, Octavia Specer y Janelle Monáe, respectivamente.

Johnson trabajó en el centro Langley hasta 1989, tiempo durante el que participó en proyectos como el del transbordador Space Shuttle y fue autora o coautora de más de una veintena de informes científicos.

Una larga carrera que fue celebrada en 2015 cuando, ya con 97 años, recibió de manos del entonces presidente estadounidense, Barack Obama, la Medalla presidencial de la Libertad, que es la condecoración civil más importante del país. Y el año pasado la Nasa le dio su nombre a un nuevo centro de investigación computacional.

Johnson, que mañana cumplirá un siglo, es defensora del trabajo duro, pero sobre todo de disfrutar de él. “Yo fui a trabajar contenta cada día durante 33 años. Nunca me levanté un día y dije: no quiero ir a trabajar”.

La Vanguardia 25.08.2018

sábado, 18 de agosto de 2018

SOBRE MOAI DEL MUSEO FONCK EN VIÑA DEL MAR


ALCALDE DE RAPA NUI EXIGE DEVOLUCIÓN DE MOÁI UBICADO EN FRONTIS DE MUSEO VIÑAMARINO

El alcalde de Rapa Nui, Pedro Edmunds Paoa, exigió la recuperación del moái que está ubicado en el frontis del Museo Fonck, en Viña del Mar.

La polémica reflota luego de que se informara de las gestiones del Gobierno para recuperar el moai que actualmente está en el Museo Británico de Londres.

Las declaraciones surgen también a propósito de los dichos del concejal de Viña del Mar Jaime Varas, quien aseguró que sería un error llevarse la pieza desde el museo Fonck, argumentando que fue donado por los ancianos rapanui a la ciudad jardín, lo que fue desmentido por Pedro Edmunds Paoa

“Antes de mirar hacía fuera hay que ver lo que pasa en el país”, dijo el jefe comunal de la isla. También manifestó que mientras para el resto del mundo los moái son figuras turísticas, para los rapanui son sus ancestros y deben ser devueltos.

“No vengan a abusar de algo que para nosotros va más allá que la religiosidad, es algo muy espiritual“, dijo la autoridad.

Pese a lo mencionado por el alcalde, el concejal viñamarino Jaime Varas insistió en iniciar gestiones ante el Ministerio de Bienes Nacionales para que el moái no sea retirado del frontis del museo Fonck, por estar arraigado en la comuna y ser un atractivo turístico.

Posible reemplazo
Respecto de este tema, la seremi de Bienes Nacionales, Rosario Pérez, dijo que propondrán a la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, reemplazar el moai por otro de similares características.

En esa línea, Pérez aseguró que dado el rescate patrimonial internacional, en alusión al caso de Londres, es una buena señal partir por casa, considerando que hay monumentos en otros punto del país, no sólo en Viña del Mar: uno en el Museo Histórico de Quinta Normal, Biblioteca Nacional y La Serena. Incluso este último fue enviado a una feria en Europa hace años, volviendo quebrado sin solución.

El alcalde de Rapa Nui, aseguró además que harán gestiones con los museos privados que también tienen piezas históricas, para poder recuperarlas.

Fuente: biobiochile
Publicado por: Nicolás Parra La información es de: Carmen Paz González







viernes, 10 de agosto de 2018

SOBRE EL MOAI HOA HAKANANAI'A

LA INCREÍBLE HISTORIA DEL MOAI QUE REINO UNIDO “ROBÓ” DE LA ISLA DE PASCUA Y QUE EL GOBIERNO DE CHILE QUIERE DE VUELTA

El moai Hoa Hakananai'a fue extraído de la Isla de Pascua hace 150 años. El 24 de julio pasado Carlos Edmunds, presidente del Consejo de Ancianos de la isla, le entregó una carta al ministro de Bienes Nacionales, quien ratificó su apoyo.

Hay algo muy seguro: en la Isla de Pascua, Hoa Hakananai’a tenía una vista mucho más agradable que la que tiene hoy en el British Museum de Londres.

Cuando los ingleses lo desenterraron hace 150 años, en 1868, el moai de basalto de 2.42m de altura y 4.2 toneladas de peso estaba en una vivienda ceremonial, en la que le daba la espalda al mar y miraba el cráter del volcán Rano Kau, donde en épocas ancestrales los habitantes de la isla nadaban hasta un islote cercano en busca de huevos del pájaro manutara. El que lo lograra primero, sería erigido como persona sagrada de la tribu por un año.

Hoy, el moai Hoa Hakananai’a mira la espalda de miles de turistas que se toman selfies con él en la sala 24 del Museo Británico, que es visitado por casi siete millones de personas por año.

Y ahora, el gobierno chileno quiere que la figura regrese a Chile. El 24 de julio pasado, Carlos Edmunds, presidente del Consejo de Ancianos de la Isla de Pascua le entregó una carta a Felipe Ward, ministro de Bienes Nacionales, quien ratificó su apoyo.

Gobiernos pasados ya intentaron recuperar el moai, pero, según el diario El Mercurio, el Museo Británico se negó y alegó que no lo hacía porque no había un plan de conservación para los moai.

ENTRE LAS MEDIDAS PARA MITIGAR LA EROSIÓN EN LA ISLA, SE DESTINÓ UNA SUBVENCIÓN DE US$400.000 DEL GOBIERNO JAPONÉS PARA CONSTRUIR UN MURO MARINO PARA PROTEGER CIERTAS ZONAS CONTRA LAS OLAS.

Según un informe de The New York Times de marzo pasado, la erosión y el aumento en los niveles del mar han destapado varias tumbas y amenazan a los moai y demás restos arqueológicos de la isla.

Sin embargo, Ward le dijo al diario chileno que “las circunstancias han cambiado y esperamos que eso se exprese en una disponibilidad del museo y del gobierno”.

Camilo Rapu, presidente de la Comunidad Indígena Rapa Nui, le dijo a BBC Mundo que “lo correcto es que el museo pagara el costo del retorno del moai, pero de no ser así, nosotros estamos dispuestos a conseguir recursos para poder traer de vuelta a nuestro moai a su lugar”.

EL MOAI SE ENCUENTRA HOY EN LA SALA 24 DEL MUSEO BRITÁNICO.

Los planes de la comunidad serían llevar al moai al sitio exacto de donde se extrajo, “donde en la actualidad hay un sitio de interpretación para los turistas que llegan a la isla, donde podemos con expertos aplicar la tecnología para poder conservarlo y preservarlo en el tiempo”.

¿Cómo llegó a Inglaterra?
La información sobre las condiciones en que el moai Hoa Hakananai’a estaba en la isla y cómo fue retirado reposa en los diarios de viaje del cirujano John Linton Palmer y el teniente Matthew James Harrison, quienes llegaron a la Isla de Pascua en la fragata británica HMS Topaze, que emprendió una travesía por el Pacífico hasta la Isla de Pascua en 1868.

Sin embargo, ellos no son la única fuente. La arqueóloga Katherine Maria Routledge visitó la isla 58 años después, en 1914, y consiguió información valiosa sobre el moai gracias a que pudo hablar con una mujer Rapa Nui, Victoria Veriamu, que vio cómo se lo llevaron.

En sus diarios, los dos hombres contaron que el moai estaba en el interior de una vivienda de piedra en el centro ceremonial de Orongo, y se encontraba enterrado hasta la cintura.

SE CREE QUE LOS INGLESES DERRIBARON PARTE DE UNA DE ESTAS VIVIENDAS PARA EXTRAER AL MOAI.

Routledge conoció, gracias al relato de la mujer, que el moai estaba decorado con pintura blanca y roja y tenía un cinturón hecho de corteza de árbol alrededor.

Según el libro Among Stone Giants, de Jo Anne Van Tilburg, Routledge oyó de parte de la mujer que los ingleses derribaron parte de la vivienda y la pusieron sobre una plataforma de madera, boca abajo.

Se cree que fue apoyada en almohadas de pasto, y con la ayuda de 60 hombres fue deslizada por una colina de cerca de 91m por un acantilado hasta orillas del mar.

LA ALDEA DE ORONGO, DE DONDE FUE EXTRAÍDO EL MOÁI, ES HOY UN YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO. SITUADO AL SUR-OESTE DE LA ISLA DE PASCUA, ESTÁ EN LA CIMA DEL VOLCÁN RANO KAU. FOTO: GETTY IMAGES

John Linton Palmer confiesa en su diario que la pintura que decoraba al moai se perdió en el trayecto de la balsa entre la playa y la fragata.

Según un artículo del periodista y arqueólogo británico Mike Pitts, el moai fue protegido por un lienzo durante su travesía en el barco. Ese lienzo se puede ver a los pies de la figura en una fotografía que fue tomada en el paso de la fragata por Valparaíso, algún día entre el 24 de noviembre de 1868, cuando regresaron de la Isla de Pascua, y junio o julio de 1869, cuando zarparon de regreso a Inglaterra.

Al llegar a Inglaterra, el 25 de agosto de 1869, el moai fue obsequiado a la reina Victoria, quien lo entregó al Museo Británico.

En un principio,el moai fue puesto afuera, debajo de un pórtico en la entrada principal del museo. En una fotografía que, según Pitts, fue tomada entre 1916 y 1917, se puede ver el moai con excremento de palomas en la cabeza.

AL MENOS SIETE PIEZAS DEL MUSEO BRITÁNICO HAN SIDO SOLICITADAS PARA REPATRIACIÓN: LA PIEDRA ROSETTA (EGIPTO), LOS TABOTS LITÚRGICOS (ETIOPÍA), EL TESORO DEL OXUS (TAJIKISTÁN), EL SUTRA DEL DIAMANTE (CHINA), LOS BRONCES DE BENÍN (NIGERIA), LA CABEZA DE AFRODITA SATALA (ARMENIA) Y LAS ESCULTURAS DEL PARTENÓN (GRECIA).

No fue hasta los peligros que corría por los bombardeos alemanes en la Segunda Guerra Mundial que el moai se ganó su primera entrada a las salas del museo. Allí estuvo hasta 1966, cuando fue llevado a las instalaciones del Departamento de Etnografía, ubicado en Burlington Gardens.

Pero en el año 2000, regresó al Museo Británico, donde en un principio estuvo bajo la cúpula de vidrio de Norman Foster en La Gran Corte del museo, y luego en la sala 24, donde reposa hoy.

Aunque la campaña para el regreso del moai apenas comienza, en la expedición de Routledge, 58 años después de que el moai fuera extraído de la isla, la arqueóloga hizo un retorno simbólico de la imagen.

Para ganarse la confianza de los Rapa Nui, Routledge llevó una fotografía enblanco y negro del moai en el Museo Británico y la puso en el lugar de donde había sido extraído. Jo Anne Van Tilburg cuenta: “todos los Rapa Nui contaban una y otra vez el evento, y por lo menos por un tiempo, Katherine fue relacionada con Hoa Hakananai’a, con su historia y su maná”.

 DATOS CURIOSOS DE UNA PIEZA ÚNICA

·         Se estima que Hoa Hakananai’a fue labrada entre el año 1.000 y 1.200 d. C.

·         Hoa Hakananai’a es una de las 85 esculturas Rapa Nui registradas hasta la fecha talladas en basalto, un tipo de roca de origen volcánico que cubre cerca del 70% de la superficie terrestre.

·         Entre las 57 estatuas que tienen petroglifos, Hoa Hakananai’a es la única que tiene figuras talladas del “Hombre pájaro”, o dios Make Make, una deidad creadora según los Rapa Nui.

·         Hoa Hakananai’a parece haber sido el primer moai extraído de la isla.

·         Hoa Hakananai’a ha sido motivo de inspiración para artistas como Henri Gaudier-Brzeska y Henry Moore, quien dijo en un documental que la estatua lo había impactado desde niño.

·         El Royal Mail emitió seis estampillas en 2003 para conmemorar el 250 aniversario del Museo Británico, entre las que había una que ilustraba al Hoa Hakananai’a.

·         Según el Eastern Island Statue Project existen 10 moais en museos de Europa, Estados Unidos, Chile (en el continente, en Viña del Mar y Coquimbo) y Nueva Zelanda.

·         En 2017, la isla, habitada solo por 6.000 personas, recibió a 100.000 turistas.

Fuente: BBC News