LA HISTORIA DEL MONJE BUDISTA QUE EN 1963 NO MOSTRÓ SEÑAS DE DOLOR AL
QUEMARSE A LO BONZO
Dentro de la larga lista de imágenes que marcaron el
desarrollo del siglo XX, hay una que resulta sumamente impactante tanto por el
acto en sí mismo como también por la tranquilidad que demuestra su
protagonista.
Nos referimos a la fotografía en la que el monje budista
Thich Quang Duc aparece quemándose vivo en plena calle.
Basta con sólo dar un vistazo a la captura para
rápidamente hacerse varias preguntas. ¿Qué llevó al monje a cometer tal acto?
¿En qué contexto se desarrolló la escena? ¿Cómo fue capaz de soportar tales
quemaduras sin mostrar el mas mínimo gesto de dolor?
Para comprender cómo se desencadenaron los hechos,
debemos situarnos en mayo de 1963.
Tal como recoge un artículo de la revista Time, en aquel
entonces Vietnam era gobernado por el presidente Ngô Đình Diệm, quien era
miembro de la minoría católica, en un país en donde cerca del 90% de la
población era budista.
La situación se volvió sumamente tensa luego que el
mandatario impulsara reformas que fueron acusadas de favorecer abiertamente a
los católicos tanto en los servicios públicos como militares.
Un ejemplo de esto fue que los católicos no eran
sometidos a los trabajos forzados que sí realizaba el resto de la población. No
sólo, sino que también recibían enormes partes de la ayuda humanitaria que
llegaba al país.
Todo se agudizaría en mayo de aquel año cuando se
prohibió izar la bandera budista en el Vesak, la celebración más importante del
budismo en la que recuerdan y honran a Siddhartha Gautamá.
Esto se convirtió en una verdadera ofensa, especialmente
debido a que en los actos públicos más importantes se izaba la bandera de la
Ciudad del Vaticano.
Fue así como el 10 de junio de 1963, un representante de
los budistas envió un mensaje a los corresponsales y reporteros que estaban en
Vietnam, alertando sobre “algo importante” que ocurriría al día siguiente
frente a la embajada de Camboya en la ciudad de Saigón
El fotógrafo Malcolm Browne en 1964 (CC) Wikimedia
Commons
Debido a que el conflicto entre católicos y budistas se
había agravado desde hacía varias semanas atrás, sólo unos pocos periodistas
tomaron en cuenta el aviso.
El portal All thats interesting señala que uno de ellos
fue Malcolm Browne, periodista y fotógrafo que en ese momento era presidente de
la agencia de noticias Associated Press en Saigón.
Aquel día, Thich Quang Duc fue uno de los 350 monjes que
conformaron la procesión que llegó al lugar pactado.
Estaban divididos en dos grupos, los que iban precedidos
por un automóvil Austin Westminster, el que llevaba consignas tanto en
vietnamita como también en inglés, reclamando contra el gobierno de Diệm. Lo
que buscaban era la tan ansiada igualdad religiosa.
Luego de bajar del vehículo junto a otros dos monjes,
Thich Quang Duc esperó a que uno de ellos sacara una almohada mientras que otro
recogía un bidón de bencina desde el maletero.
Fue en ese momento en que se sentó sobre el cojín en
posición del loto para ser rociado con el combustible, frente al impacto de
quienes se encontraban presentes.
En ese preciso instante recitó las palabras “Nam Mô A Di
Đà Phật” (“homenaje a Buda Amitābha”), prendió un fósforo y se lo arrojó él
mismo al cuerpo. Fue así como el fuego comenzó a consumir sus prendas y su
carne.
Pero junto con lo cruda que resultó ser la escena, un
detalle que llamó profundamente la atención fue que el monje no demostró señas
de dolor ni tampoco movió un sólo músculo.
Luego de unos 10 minutos, el cuerpo cayó por sobre su espalda.
El resto de los budistas finalmente lo cubrieron con una manta.
No tardó mucho para que la imagen llegara a Estados
Unidos, gracias a un pasajero encubierto que sacó del país de manera secreta el
rollo fotográfico. Un día después la terrible muerte de Thich Quang Duc fue
portada de los principales medios del mundo.
Tras ser llevado a una pagoda, el 19 de junio sus restos
fueron trasladado a un cementerio ubicado a 16 kilómetros de Saigón, en donde
fue cremado.
Sin embargo, y a pesar de la cremación, su corazón fue
considerado como sagrado y guardado en un cáliz de vidrio.
De esta manera, el monje pasó a ser reverenciado como un
Bodhisattva, término budista que alude a una persona embarcada en el camino del
Buda de manera importante.
Cabe señalar que esta ola de suicidios de los monjes
budistas registrada a comienzo de los años 60 dio origen a la expresión
“quemarse a lo bonzo”.
“Antes de cerrar los ojos y dirigirme hacia la figura de
Buda, suplico respetuosamente al presidente Ngô Đình Diệm que tenga compasión
de los habitantes de la nación y que desarrolle una igualdad religiosa que
mantenga la fuerza de la patria para siempre. Llamo a los venerables,
reverendos, miembros de la sangha y predicadores budistas para que se organicen
y hagan sacrificios con el objetivo de proteger el budismo”, escribió Thich
Quang Duc antes de morir.
Fuente: Biobiochile
Publicado por: Camilo Suazo