jueves, 30 de junio de 2016

UNA NIÑA DE DOS AÑOS, INGRESADA EN LA UCI POR LLEVAR UNA DIETA VEGANA

LOS PADRES COMPLEMENTABAN LA ALIMENTACIÓN DE LA NIÑA CON LECHE MATERNA Y PODRÍAN SER DENUNCIADOS

La menor llegó al hospital Gaslini de Genova en condiciones gravísimas y los médicos tuvieron que reanimarla por una fuerte carencia de vitamina B12. Además, los niveles de hemoglobina estaban muy bajos y pesaba por debajo de lo normal, lo que afectó a su sistema neurológico.

Chiara, que así se llama la pequeña, mantenía una dieta basada en la leche materna y en alimentos veganos, por lo que no comía nada de procedencia animal. Tras su estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), la niña empezó a dar señales de mejora, pero la falta de vitamina B12 podría haberle provocado daños neurológicos permanentes.

El caso ha sido denunciado a las autoridades competentes, aunque por el momento la Fiscalía no ha anunciado que vaya a emprender medidas legales contra los padres de la niña.

Según Alberto Ferrando, presidente de la asociación de pediatras de Liguria, en el caso de que un menor se someta a una dieta vegana debe ser controlado periódicamente por nutricionistas y médicos para comprobar que no haya ninguna carencia de vitaminas.

Ferrando asegura que este tipo de dietas se han puesto de moda y que son muchos los padres que reclaman a los comedores de las escuelas que se siga este tipo de alimentación. “Si no se controla, puede ser muy peligroso”, asevera.

El presidente de la asociación alerta de que “la falta de vitamina B12 causa daños neurológicos irreversibles, por lo que cuanto antes se intervenga y se normalicen los niveles vitamínicos, antes se recuperará el paciente”.

Según explica Ferrando, en los adultos, una dieta vegetariana con un buen equilibrio de la ingesta de proteína de origen vegetal y algún suplemento puede llevarse a cabo sin dificultad. En un niño, esto es mucho más complicado, puesto que “su crecimiento requiere suplementos alimentarios y la ingesta de vitaminas y proteínas . De lo contrario los riesgos son muy altos”, concluye.  Agencias

lunes, 27 de junio de 2016

HACE 475 AÑOS DE LA MUERTE DE FRANCISCO PIZARRO

EL SALVAJE ASESINATO DE FRANCISCO PIZARRO Y EL MISTERIO DE SU TUMBA
Como recuerda la historiadora Carmen Martín Rubio, el Cabildo de Lima identificó en 1881 de forma errónea los restos del conquistador. Tuvo que pasar un siglo y una controversia a nivel científico hasta que se recuperó su auténtica tumba

En su último año de vida, Francisco Pizarro parecía que iba a gozar al fin de los dulces frutos de sus conquistas. A pesar de los fantasmas que le perseguían a sus 63 años, el extremeño vivía feliz en su recién construido palacio de Los Reyes junto a la bella Angélica Yupanqui. Había sido un solterón empedernido, pero, empeñado en que los españoles entroncaran con la población local, se casó al final de su vida con mujeres indígenas a modo de ejemplo. Disfrutaba de cierta calma, aplastada la rebelión de su viejo aliado, Diego de Almagro, hasta que una brutal muerte le sorprendió en su palacio.

El conquistador casi sobrevivió a todo. A la ingrata tierra extremeña, al duro viaje a través del Atlántico y a una lucha contra millares de guerreros incas, pero no pudo hacer nada contra la ira de sus propios compatriotas. Cuando Pizarro pensaba que moriría de viejo rodeado de sus hijos, su esposa y sus fieles hermanos, junto a los cuales había dado muerte al traicionero de Almagro, irrumpieron los almagristas el 26 de junio de 1541, hace 475 años, en el palacio del extremeño para darle «tantas lanzadas, puñaladas y estocadas que lo acabaron de matar con una de ellas en la garganta», según la descripción de un cronista.

Terminaba con puñaladas una vida marcada por las armas y las aventura. Nacido en la localidad de Trujillo (Extremadura), Francisco Pizarro era un hijo bastardo de un hidalgo emparentado con Hernán Cortés, que combatió en su juventud junto a las tropas españolas de Gonzalo Fernández de Córdoba en Italia. En 1502, se trasladó a América en busca de fortuna y fama, donde oyó historias sobre un rico territorio al sur del continente que los nativos llamaban «Birú» (transformado en «Pirú» por los europeos). Francisco Pizarro, de 50 años de edad, decidió unir sus fuerzas con las de Diego de Almagro, de orígenes todavía más oscuros que el extremeño, y con las del clérigo Hernando de Luque para internarse en el sur del continente.

Los almagristas vengan a su líder

Una vez finalizada la conquista de esa tierra mítica, las riñas internas entre los partidarios de Almagro y los de Pizarro, que luchaban por delimitar los territorios que pertenecían a cada uno de los bandos, entraron en conflicto armado en 1535. Tras un choque entre facciones, conocido como la batalla de Las Salinas, Pizarro cogió prisionero a Almagro y lo condenó a muerte. El conquistador suplicó por su vida, a lo cual respondió uno de los hermanos de Pizarro, Hernando, diciendo: «Sois caballero y tenéis un nombre ilustre; no mostréis flaqueza; me maravillo de que un hombre de vuestro ánimo tema tanto a la muerte. Confesaos, porque vuestra muerte no tiene remedio». Finalmente, fue ejecutado el 8 de julio de 1538 en la cárcel por estrangulamiento de torniquete y su cadáver decapitado en la Plaza Mayor de Cuzco.

En medio de la relativa calma que siguió a la muerte de Almagro, Francisco Pizarro seguía conservando su vitalidad, jugaba a los bolos y a la pelota a diario, así como sus hábitos y vestimentas austeras. «Usaba un sayo de paño negro con los faldamentos hasta el tobillo y el talle a los medios pechos y unos zapatos de venado blancos y un sombrero blanco y su espada y su puñal a la antigua», describe Agustín de Zárate sobre la despreocupada ropa de Pizarro, que vestía a la antigua, esto es, como en otro tiempo. A sus 63 años, el extremeño ya era un anciano, un hombre de otro tiempo que disfrutaba mezclándose con el pueblo y observando cómo la ciudad de Lima crecía un poco más cada día.

Lo cual no significa que Pizarro esperara ocioso el final de sus días. Como explica la historiadora Carmen Martín Rubio –autora de «Francisco Pizarro: el hombre desconocido» (Ediciones Nobel)–: «El decreto dado al teniente de Arequipa el 7 de mayo de 1541, sobre mes y medio antes de su muerte, atestigua fehacientemente la fuerza física y mental que Pizarro poseía en esos momentos. (…) tenía determinado comenzar en el próximo verano otra guerra contra el Inca (Manco Inca); es decir, unos seis o siete meses más tarde...».

Y entonces le llegó la muerte. Ante las amenazas de muerte que le llegaban de los partidarios de Diego de Almagro el Joven, hijo de su antiguo compañero de armas, Pizarro aumentó la seguridad en su palacio y, tal vez por estos temores, el día de su muerte pidió que se oficiara misa en su residencia. No se equivocaba el extremeño, puesto que los almagristas le esperaban junto a la iglesia para coserle a cuchilladas. No obstante, al ver que permanecía en su palacio, el grupo armado se dirigió allí al grito de «Viva el rey, muera el traidor», provocando una enorme espantada entre los acompañantes del conquistador del Perú.

Relata Pedro Pizarro que «todos los que se hallaban en la sala salieron corriendo, incluso el teniente gobernador Juan Velázquez con su vara de mando en la boca, y que se tiraron por las ventanas que daban al río Rimac... dejando solos al gobernador, a su hermano y a dos pajes».

Un error con la tumba durante un homenaje

Francisco Pizarro y su hermano Martín murieron a manos del grupo de almagristas. El extremeño se defendió «bravamente» y fueron necesarias al menos 20 heridas de espada para acabar con su vida. Tras uno de los mayores magnicidios de la historia de la Edad Moderna, los agresores obligaron a las autoridades de Lima a nombrar gobernador al joven Diego Almagro y forzaron que Francisco Pizarro fuera enterrado de forma casi clandestina, según señala Henry Kamen, en un patio de la catedral de la ciudad. Y precisamente aquí empieza la otra parte del desgraciado ocaso de Pizarro. Las tumbas y diretes.

Los investigadores, sin embargo, hallaron en el lugar una momia que creyeron la de Pizarro y la colocaron en un mausoleo, situado en la parte derecha de la catedral

Como narra la historiadora Carmen Martín Rubio en su obra, Pizarro había dejado escrita su voluntad de ser enterrado «en la iglesia mayor de esta Ciudad de los Reyes, en la capilla mayor de la dicha iglesia». Con el paso de las décadas los restos de Pizarro sufrieron distintos traslados hasta que, en 1623, se decidió su definitivo emplazamiento: en la bóveda sepulcral debajo de la capilla mayor de la Catedral de Lima. Allí permanecieron hasta que, en 1881, el cabildo de la ciudad estableció una comisión para exhumar e investigar sus restos como conmemoración del 340 aniversario de su muerte.

Sin excesivo rigor, los investigadores hallaron en el lugar una momia que creyeron la de Pizarro y la colocaron en un mausoleo para la ocasión, situado en la parte derecha de la catedral. La comisión defendió que se trataba del extremeño porque, según su informe, el cadáver mostraba marcas de derrames sanguíneos producidos por heridas en la cabeza, cuello y extremidades.

Tumba de Pizarro en una capilla ubicada en la nave derecha de la Catedral de Lima

Durante más de un siglo esa momia representó al conquistador del Perú y fue el objeto de sus actos de homenaje, sin que nadie sospechara que no se trataba de los restos de Pizarro. El 18 de julio de 1977, unos operarios encontraron durante unos trabajos de remodelación en la catedral una caja de plomo y otra de madera. En la de madera se hallaron huesos. Por su parte, en el interior de la de plomo había un cráneo y una inscripción inequívoca: «Aquí está la cabeza del señor marqués Don Francisco Pizarro que descubrió y ganó los reinos de Perú y puso en la real Corona de Castilla». Se abría el misterio: ¿cuáles eran los auténticos restos de Pizarro?

El final al misterio y a la polémica

Los sucesivos análisis arqueológicos no terminar de despejar el misterio sobre los restos de Pizarro. En un principio se dijo que los huesos de la caja pertenecían a un adulto, una mujer y dos niños, pero, incluso cuando el arqueólogo Hugo Ludeña aseguró que se trataba de Pizarro, la polémica siguió abierta. Al no alcanzarse un acuerdo en la comunidad científica, los investigadores decidieron abrir también la urna donde reposaba la momia del supuesto Pizarro. Dos antropólogos forenses procedentes de EE.UU. confirmaron las sospechas: aquella momia pertenecía a cualquier persona menos a un soldado del siglo XVI; en tanto, se procedió a trasladar los restos de las cajas a una capilla ubicada en la parte derecha de la catedral.

Se confirmó que se trataba de Pizarro en base a las 16 heridas punzo cortantes y de la huella de otras cicatrices en los hueso

El solemne traslado no significó el final de la polémica. Distintos historiadores continuaron desconfiando de los procedimientos empleados y exigieron nuevos estudios. Tras una investigación radiológico sobre el esqueleto, a cargo de la doctora Ladis Delpino (Universidad Cayetano Heredia), se confirmó que se trataba de Pizarro en base a las 16 heridas punzo cortantes y de la huella de otras cicatrices en los huesos, que correspondería con la forma en la que murió el extremeño y con heridas documentadas a lo largo de su vida.

Y por si aún cabía alguna duda, entre el año 2006 y el 2008 el arqueólogo forense Edwin Raúl Grenwich, de la Universidad de San Marcos, realizó análisis bio-arquiométricos que parecen haber dado al fin carpetazo al misterio. No en vano, Grenwich identificó los restos como los de un hombre diestro, robusto, de 1,74 centímetros, y que al fallecer tenía entre 50 y 68 años en el momento de su muerte.

ABC - CÉSAR CERVERA 

miércoles, 22 de junio de 2016

EL DÍA EN QUE UN AVIÓN CRUZÓ POR PRIMERA VEZ LA CORDILLERA

DAGOBERTO GODOY PIONERO DE LA AVIACIÓN CHILENA

Se trató del aeroplano británico Bristol M.1 C piloteado por el teniente chileno Dagoberto Godoy, quien sobrevoló los macizos de Los Andes. Una hazaña que hasta hoy es motivo de asombro, tenacidad y legado.

Los primeros rayos solares aún no despuntan, pero el cielo estrellado propio del final de la primavera abriga expectativa. Son las 05 horas del 12 de diciembre de 1918 y el teniente aviador chileno Dagoberto Godoy Fuentealba está a instantes de lanzarse en una insólita y pionera gesta.

Se trata de un año que recuerda en nuestro país, por ejemplo, la creación del código sanitario que establece la protección de la salud en toda la nación. También la llamada Guerra de Chile Chico, aquel enfrentamiento armado entre pobladores che de la ribera sur del lago General Carrera y policías criollos. Y además el devastador terremoto de 8.2 grados en la escala de Ritcher en Copiapó.

Para ese entonces, en 1918, el oriundo de Temuco contaba con 25 años de edad. Hurgando en la historia de este personaje (y el monoplano inglés) de la mano de fuentes como MCN Biografías y el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio, damos cuenta que, tras un pasado donde Dagoberto Godoy queda huérfano a los dos años de edad, sus tías maternas Petronila y Tránsito Fuentealba asumen su crianza. Y con ello, más adelante, un deseo frustrado de ellas: que Dagoberto optara por la carrera sacerdotal... nada más lejano a su vocación.

Ya con la pista despejada, Godoy aterriza en la Escuela Militar a los 21 años; luego, decide incorporarse al servicio de aviación. Para ello obtuvo las licencias de aviador y piloto militar. Su devoción a las alturas y maniobras osadas fueron tal que se aventuró en concursos internacionales organizados por el naciente Aéreo Club de Chile.

Allí captaría atención gracias a su talento como piloto. Eso lo llevó a quedarse con el premio Presidente de la República en la prueba de aterrizaje a motor parado. Es más, en 1916 ratifica sus habilidades sobre los novedosos aeroplanos, obteniendo el segundo premio en la carrera Buenos Aires-Dársenas, en Argentina.

Aviones y Guerra
Mientras tanto, en el Viejo Continente arreciaba la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Todo a raíz de un detonante que ya arrastraba hostilidades: el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, en Sarajevo.

Un conflicto en brutales trincheras que cobró, por lo bajo, a diez millones de muertos. Por un lado, estaba la Triple Alianza, formada por las potencias centrales de la época como el imperio Alemán y Austria-Hungría, con los guiños iniciales de Italia. Por otro, la Triple Entente integrada por el imperio Ruso, Francia y Reino Unido.

Justamente Inglaterra era una de las naciones que proveía fuerte a la Alianza con armamento y maquinaria de punta para aquellos tiempos. Y entre todos esos artefactos de batalla, una joya confeccionada, en teoría, para ser encumbrada por los cielos teñidos de bombas y proyectiles: el Bristol M.1(Bullet), un caza monoplano diseñado por Frank Barnwell, cuyo fabricante fue la Bristol Aeroplane Company inglesa, en 1916.

Sin embargo, de ese avión existía una variante, el M.1C (Tipo 20). De este modelo estándar se encargaron 125 ejemplares de serie, dotados de un motor Le Rhône de 110 cv. Además se situó la ametralladora Vickers en la línea central del fuselaje, frente al piloto.

De esta forma, se cuenta que, pese a su gran velocidad, el M1C fue visto con desconfianza por los pilotos ingleses, por lo que finalmente no sirvió en primera línea del frente europeo durante las hostilidades hacia el término de la I Guerra Mundial.

Así, ya con la lupa puesta en nuestro país, Chile recibió una dotación de estos aviones (12 en total) a fines de 1918 como parte del material aéreo enviado en compensación por Gran Bretaña, al haber empleado durante la guerra acorazados que nuestra patria construía en astilleros británicos.

¡Por la hazaña!
 De vuelta a la madrugada santiaguina del 12 de diciembre de 1918, minutos después de las 05 horas, Dagoberto Godoy se subió al reciente monoplano Bristol M.1C de la Aeronáutica Militar chilena con una misión a la interna: emprender el cruce del macizo andino por su parte más alta, en un vuelo que desde 1913 varios chilenos y argentinos habían intentado, pero sin éxito.

Godoy, de acuerdo a diversas fuentes, contaba con los permisos y el apoyo necesarios para intentar la travesía, por lo que cuando esa madrugada se acomodó dentro del frágil aeroplano Bristol matrícula C-4988 de la Primera Compañía de Aviación, lo hizo contando con todo el respaldo técnico y administrativo que el Servicio Aéreo del Ejército de esa época podía proporcionarle.

El peligro y la adrenalina estaban a flor de piel en Dagoberto Godoy por simples factores: la labor resultaba incierta y la aeronave carecía de equipamiento integral para realizar semejante proeza.

No obstante, los aviones Bristol presentaban condiciones especiales para este vuelo, por la gran altitud que podían alcanzar… superior a las 5 mil metros. Eso sí, se necesitaba estar debidamente entrenado. Y el teniente Godoy lo estaba: su experiencia piloteando los antiguos Bleriot IX -incluso por encima de los 6 mil metros- era carta.

En este contexto, el piloto fue autorizado para efectuar la travesía de Los Andes por el jefe del Servicio Aéreo del Ejército, Pedro Pablo Dartnell, quien le entregó su apoyo para tal arriesgada misión.

Godoy despegó del aeródromo de El Bosque, perdiéndose a la vista de los testigos cuando había alcanzado los tres mil metros y volaba en dirección a la cordillera andina. Luego se dirigió a los montes del Tupungato, pasó por Cristo Redentor y se internó en el valle de Uspallata, volando cerca de la cima del Aconcagua.

Al avistar el río Mendoza y la ciudad argentina, en cuya cancha de Tamarindos tenía previsto aterrizar, el asunto le pintaba prometedor.

Pero, de acuerdo a recopilaciones de la época, dicho viaje no estuvo libre de dificultades. También el cruce… esto tras intentar posarse en la localidad de Lagunitas. Allí Godoy se estrella contra una alambrada, destrozando gran parte de la aeronave con el saldo de "inutilizada" para el vuelo de retorno. Si bien es cierto Godoy se golpeó la frente con el tablero de instrumentos, pudo salir del Bristol.

Pese a todo, la hazaña estaba cumplida y un chileno llamado Dagoberto Godoy Fuentealba se alzaba como el vencedor de las Altas Cumbres de Los Andes. De paso, otro hito: concretar una antigua aspiración de pilotos chilenos y argentinos, tanto civiles como militares.

El acontecimiento ha sido motivo de reconocimiento. De hecho, en el calendario se considera al 12 de diciembre como el Día de la Aeronáutica Nacional. Y así lo han expuesto instituciones académicas.

Una de esas es la PUCV con su Facultad de Ingeniería. Para ello, hace unas semanas montaron en la zona una exposición con la estructura, que consiste en una réplica del Bristol M1-C del Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio. El heroico acto motivó palabras de reconocimiento por parte del general de la Brigada Aérea y director general de Aeronáutica Civil, Víctor Villalobos Collao y la directora de la Escuela de Ingeniería de Transporte, Cecilia Montt. Con ellos, otra reflexión: la hazaña de Godoy resulta aún más increíble cuando se devela que el piloto volaba ¡sin llevar oxígeno ni calefacción!.

jueves, 16 de junio de 2016

EL "MISTERIO" DEL «NOSTRADAMUS» DE FACEBOOK QUE PREDIJO VARIOS DESASTRES SUCEDIDOS EN 2016

PABLO REYES HA DESCONCERTADO A LA RED EN LOS ÚLTIMOS MESES DESPUÉS DE PREDECIR LA MUERTE DE PRINCE Y MOHAMED ALÍ PERO... 
¿SUS PODERES SON UNA REALIDAD?
Pablo Reyes. Así se llama un usuario de Facebook nacido en México que, con apenas tres décadas de vida, ya está empezando a ser comparado en las redes sociales con Nostradamus. Si, el mismo hombre que predijo la llegada de Napoleón Bonaparte al poder y, según algunos, la caída de las Torres Gemelas. ¿La razón? Que, el año pasado, publicó varios mensajes premonitorios sobre el asesinato de varios famosos que han muerto este 2016.

¿Realidad o ficción? En principio, Facebook creyó en lo primero. Sin embargo, ahora el diario «The Gurdian» afirma haber «cazado» a este mexicano. Y es que, lejos de tener poderes, Reyes se dedica a hacer algo tan sencillo como modificar el texto de sus predicciones para que cuadren a la perfección con los hechos que se acaban de suceder. Un trabajo laborioso pero que le ha hecho sumar miles de seguidores, comentarios y «Likes».

LA GRAN MENTIRA DE FACEBOOK

La fama mundial de nuestro protagonista comenzó hace pocas jornada cuando, después del terrible tiroteo acaecido en Orlando (Estados Unidos) -en el que fallecieron medio centenar de personas y otras tantas fueron heridas-, se pudo leer en su Facebook una curiosa predicción realizada el 26 de diciembre de 2015: «Estados Unidos experimentará el peor tiroteo masivo». Cientos de usuarios no dieron crédito a lo sucedido, y muchos comenzaron a investigar algunos de sus comentarios.

Así fue como se empezaron a conocer el resto de sus predicciones. Todas acertadas y cual más llamativa. Y es que, Reyes había logrado ver mediante sus «poderes» el fallecimiento del popular cantante Prince, la del conocido boxeador Mohamm,ad Alí e, incluso, el momento en el que los guardias del zoo de Cincinnati acabaron con la vida de un gorila cuando este arrastraba a un niño pequeño hacia su jaula. Una muerte que causó indignación en Facebook.

Reyes (un «Ejecutivo de marketing» residente en Texas, según su descripción) logró conseguir más de 100.000 seguidores en un breve período de tiempo. Hace poco, incluso, llegó a pronosticar que Hillary Clinton sería la primera mujer presidente de los Estados Unidos y que Donald Trump moriría este año. Sin embargo, su estrella se ha apagado estos días después de que se haya descubierto que modifica sus comentarios. Algo que, según parece, nadie había visto...  Agencias.


lunes, 13 de junio de 2016

CICLISTAS SORPRENDIDOS POR "DESIERTO DE BOLSAS"

DEPORTISTAS DE ANTOFACLETA REALIZARON EL HALLAZGO DURANTE UN PASEO POR EL SECTOR.

 Uno de los grandes atractivos naturales que marcó el 2015 en Antofagasta fue el desierto florido. Belleza natural que se ubicaba en el sector norte de la ciudad y que tras las intensas lluvias que golpearon a la zona, hicieron florecer uno de lugares más áridos del mundo.

Pero de esa postal ya ha pasado "mucha agua bajo el puente" y ahora los cerros de La Chimba que alguna vez fueron verdes, cuentan otra historia: hoy están poblados por bolsas plásticas.

"De Desierto de Florido pasamos a un Desierto de Bolsas", comenta uno de los voceros de AntofaCleta, Karl Álvarez, quien junto a otros doce ciclistas realizaron el hallazgo durante un paseo a la Quebrada de la Chimba para conmemorar el Día de la Bicicleta.

Álvarez cuenta que quedaron sorprendidos luego de ver a las miles de bolsas tapando cada espacio del terreno que lleva a la quebrada.

"Cuando íbamos llegando pensábamos que eran flores, pero al acércanos nos percatamos que eran bolsas que lo tapaban todo", explica Álvarez.

El deportista cree que esto se debe a que ese sitio se encuentra a metros de la exvertedero municipal por lo que "debido al viento, éstas se trasladaron hasta la entrada de la quebrada, quedándose enganchada en la escasa flora del lugar".

A ello, agrega que es preocupante que las autoridades pertinentes no hagan algo para solucionar la problemática medioambiental que enfrenta la zona.

Situación que se agrava aún más, ya que dicho sector pertenecería a la Reserva Nacional 'La Chimba', la cual se encuentra protegida desde 1988 por la Corporación Nacional Forestal (Conaf), debido a su flora y fauna única en el mundo. 

"Éste es un trabajo que nos involucra a todos, hay que evitar utilizar bolsas plásticas e implementar las bolsas ecológicas, entre otras medidas como políticas ambientales", finaliza.

LA QUEBRADA DE LA CHIMBA
Según archivos de la Conaf, este santuario natural se ubica a 15 kilómetros al norte de Antofagasta y forma parte de la Reserva Nacional La Chimba, la cual ocupa 2.583 hectáreas.

Fuente: Estrella de Antofagasta

sábado, 11 de junio de 2016

CUATRO EX ESPOSAS Y NUEVE HIJOS, A GOLPES POR LA HERENCIA DE ALI

Pagó casas y coches, caprichos y excesos. Era incapaz de decir «no», repartía cheques como quien arroja caramelos por la ventana, ayudaba a colegas y desconocidos y enjugaba deudas
HOMBRE BUENO - ENTORNO NEFASTO ... COMO LA VIDA MISMA

El boxeador planificó al detalle su funeral pero, sin embargo, algunas fuentes apuntan que no dejó testamento. El campeón repartía hasta 64.000 dólares mensuales entre sus allegados

Ahora el nombre de Muhammad Ali es el bramido de la orquesta, que toca solemne un réquiem, pero en el coro hagiográfico algunos violines chillan. No es oro todo lo que relumbra en la vida del genio. No lo es en ninguna. En su caso, las tormentas apuntan al estado de su fortuna, que agrandó y encogió al ritmo de una fama descomunal y unas decisiones económicas de dudosa pericia. Añadan al cóctel el lío de ex esposas y viudas, 4, más 9 hijos, y el rumor de que no dejó un testamento. Planificó durante años los pormenores de su grandioso funeral, pero también permitió que un ejército de parásitos y lilas chupara de sus cuentas. Incapaz de decir «no», 

Ali llegaba a los barrios pobres como si fuera el santo advenimiento y repartía cheques como quien arroja caramelos por la ventana, ayudaba a colegas y desconocidos y enjugaba deudas. Según el «Daily Telegraph», repartía hasta 64.000 mensuales entre sus allegados. Pagó casas y coches, ropa y copas, caprichos y excesos. El maldito Parkinson, desencadenado desde mediados de los ochenta, multiplicó el desastre.

ARAÑAR MIGAJAS

El primero en lanzar una bengala de alarma ha sido Tim Shanahan, que el pasado mayo publicó «Running with the champ: My forty-four year friendship with Muhammed Ali». Shanahan, visitador médico, conoció al boxeador en 1975, en Chicago.  Se hicieron inseparables. Autorizado a penetrar en el sancta sanctorum del mito, que lo recibió con indisimulado recelo, Shanahan descubrió horrorizado el caótico estado de sus finanzas. Ejércitos de sablistas acudían para arañar migajas. 

Asesores malintencionados o directamente inútiles le aconsejaban invertir en negocios que a la postre fueron ruinosos, como la línea de bebidas Mr. Champ’s Soda, o la cadena de comida rápida, AmpBurguers, en Chicago. Shanahan recuerda que incluso cobraban cinco dólares por mostrarle entrenando. La gota que colmó el vaso, según cuenta Daniel Bates en el «Daily Mail», fue la desaparición de 2,5 millones de dólares destinados a impuestos. El encargado de gestionarlos era Herbert Muhammad, hijo del líder de la Nación del Islam, Elijah Muhammad. Ante la imposibilidad de averiguar qué había sucedido con el dinero Shanahan convenció a Ali para que un grupo de banqueros y abogados dirigieran sus inversiones. Después de dos años de disciplina Ali volvió a los viejos hábitos, a gastar de forma compulsiva y quemar patrimonio. Sus asesores, incapaces de embridar sus manirrotos impulsos, lo abandonaron. Shanahan, convencido de que Ali descuidaba su fortuna porque se sentía culpable de haber llegado a la cumbre y no soportaba ver cómo otros sufrían, también especula con su necesidad de aparentar. Más que ser un empresario, dice, le preocupaba mostrarse como tal. Incluso más revolucionario que un negro levantando el puño enguatado de los Panteras Negras era contemplar a uno que triunfaba como empresario.

Y, ojo, quien acuse a Shanahan de oportunista tendrá que vérselas con Joe Frazier, campeón del mundo de los pesados y legendario rival y amigo de Ali: «Cuando supe que Tim Shanahan estaba escribiendo un libro sobre Muhammad Ali me emocioné, porque por primera vez que tendríamos la oportunidad de contemplar al campeón desde la perspectiva de un verdadero amigo (...) Tim ha elevado el término ‘‘hermano’’ a otro nivel; nadie ha estado tan cerca del campeón». Entrevistado por «Inside Edition», Shanahan sostiene que Ali «siempre amó el dinero y, al mismo tiempo, lo despreciaba. Quería ganarlo, pero para después poder regalarlo». «Le preocupaba», añade, «la situación de los pobres y de los niños hambrientos». Ali, casado en cuatro ocasiones, con Sonji Roy en 1964, Belinda Boyd en 1967, Veronica Porché en 1977 y con Yolanda «Lonnie» Williams desde 1986 hasta su muerte, mantuvo también varias relaciones extramatrimoniales, fruto de las cuales nacieron 2 de sus 9 hijos. Muhammad Jr., uno de los cuatro hijos que tuvo con Boyd, fue localizado en 2014. Vivía en uno de los barrios duros de Chicago, West Englewood, junto a su esposa y sus dos hijos. 

En declaraciones al «New York Post», Jr., incapaz de encontrar trabajo, reconoció que sobrevivía gracias a la caridad. Culpaba a su actual esposa de la ruptura con su padre: «Abandonó mi vida en cuanto se casó con Lonnie. Ya no hubo más viajes para verme. Una vez ella me dijo que no podían permitirse ese lujo» . Añadía que le hubiera gustado «mantener una relación padre-hijo antes de que enfermase, pero ahora eso es imposible. Querría recuperar el tiempo perdido, pero ya no me rompe el corazón. Se me ha roto tan a menudo que me he acostumbrado».

MÁNAGER DEPREDADOR

Cuando Muhammad Jr. mencionó a Elvis Presley resultaba difícil no recordar las desventuras económicas del de Tupelo. Aconsejado por un mánager depredador, el Coronel Parker, aceptó vender los derechos de su cancionero. Necesitaba dinero para pagar el divorcio con Priscilla. Parker, que se embolsó el 50%, mantenía en secreto una ludopatía difícilmente costeable. Aunque los 20 millones recibidos parecían mucho, son una miseria comparados con la fortuna generada por el repertorio de Elvis desde entonces. Pues bien, Ali vendió el 80% de sus derechos de imagen. Cuando se le estima una fortuna de aproximadamente 50 millones en realidad, según el «National Inquirer», un diario, hablamos de la cantidad que entonces cobró. Se ignora qué ha sucedido con el resto del patrimonio. 
Si existe. Si queda algo. Si no se esfumó en el baile de máscaras, entre los agujeros de la contabilidad alocada del boxeador ingenuo. Lo único evidente es que la muerte del gran campeón ha servido para enterrar los tomahawks, pero en los próximos meses podría declararse la guerra. Sucedió antes. Por ejemplo, tras la muerte de James Brown. Cuando achica el taconeo de aplausos, cuando enmudecen los líderes, callan los micrófonos y apagan sus luces los últimos tuits, una vez superado el duelo, con el público y la prensa entretenidos frente otros muertos ilustres, llegan los abogados.

Fuente: La Razón de España

viernes, 3 de junio de 2016

AL ‘HOMBRE ÁRBOL’ LE CAMBIA LA SUERTE

 ABUL DEBERÍA SER CAPAZ DE RECUPERAR TODAS SUS FUNCIONES EN CUATRO O CINCO MESES
Una donación le permitirá construir una casa a Abul Bajandar. Pero no todos en Bangladesh tienen tanta suerte

Abul Bajandar es un buen ejemplo de que el refranero puede ser muy certero. ‘No hay mal que por bien no venga’ es un dicho que le viene como anillo al dedo. Y, precisamente, esa última expresión no es una ironía, sino un anhelo que el apodado hombre árbol pronto podrá hacer realidad. Porque este joven bangladeshí que sufre epidermodisplasia verruciforme, una enfermedad de la que solo se conocen cuatro casos en el mundo y que cubre sus extremidades de verrugas que les confieren la forma de ramas de árbol, pronto podrá ponerse por primera vez el anillo de casado.

No en vano, acaban de concluir las cinco delicadas operaciones quirúrgicas que han logrado retirar todas las verrugas, y ahora solo queda el proceso estético que devolverá sus pies y manos al estado que tenían hace diez años, cuando un adolescente Bajandar descubrió que no iba a ser una persona cualquiera. Las verrugas crecieron hasta pesar más de cuatro kilos e inhabilitar de forma severa los movimientos de este joven que, a pesar del estigma que acarrea esta extraña dolencia, en los últimos años ha contraído matrimonio con Halima y ha tenido una hija a la que nunca hasta ahora había conseguido abrazar. Cuando le retiren los gruesos vendajes que cubren todavía sus brazos, podrá hacerlo por primera vez.

Y todo gracias a que su historia dio la vuelta al mundo cuando un periodista de la agencia AFP conoció su caso a finales del año pasado. Bajandar se dedicaba entonces a la mendicidad y explotaba su aspecto para lograr que los extrañados ciudadanos que lo veían le echasen algo de dinero a cambio de retratarse con él. Fue la notoriedad que adquirió el caso tras su publicación lo que logró el compromiso del Gobierno de ofrecer tratamiento gratuito a Bajandar, cuya familia de clase baja no podía costear las carísimas intervenciones quirúrgicas requeridas para librarle de las verrugas. Los políticos decidieron convertirlo en una operación de márquetin y a principios de año fue ingresado en el Hospital Universitario de Dacca, la capital del país.

Un consejo médico compuesto por nueve cirujanos ha decidido en cada momento qué hacer. “Tras cinco operaciones, ya solo quedan darle unos retoques estéticos a las extremidades y comenzar el proceso de rehabilitación”, ha comentado hoy el director del grupo de médicos, Samanta Lal Sen. “Sus manos están todavía muy atrofiadas por la falta de movimiento, pero debería ser capaz de recuperar todas sus funciones en cuatro o cinco meses”, ha adelantado. Se trata de un importante avance, ya que, en un principio, se especuló con la posibilidad de que todo el proceso llevase en torno a un año.

La buena noticia, además, no ha llegado sola. Otro de los médicos que ha tratado a Bajandar, Kabir Chowdhury, ha decidido hacerle un regalo que no se esperaba: 600.000 takas (unos 7.100 euros) para que construya una casa en su poblado natal de Paikgachha, en el distrito de Khulna. Aunque quizá no sea suficiente para acabarla, supone una gran ayuda para una familia que, como muchas otras en el país, no posee tierras y vive de los escuetos ingresos que el padre obtiene como conductor de rickshaw, el triciclo motorizado que se utiliza como taxi. “Ya he reservado tres kathas (unidad equivalente a 67 metros cuadrados) de tierra para que podamos levantar nuestro primer hogar”, ha señalado Bajandar con una sonrisa de oreja a oreja. “Después de acabar el tratamiento quiero vivir como un hombre sano y abrir un negocio”, ha añadido en declaraciones al diario Daily Star.

Pero, aunque la de Bajandar parece una fábula con final feliz, no es más que un espejismo en dos planos diferentes. El primero, en lo personal, porque todo apunta a que las verrugas volverán a crecer. “Las operaciones actuales son un tratamiento temporal. Sin conocer las causas de la enfermedad, es imposible buscar una cura definitiva. Pero esperamos poder ir tratando las verrugas antes de que crezcan de forma tan desmesurada, lo cual hará que la dolencia sea crónica pero no incapacitante”, explicó Lal Sen a EL PAÍS tras la primera operación.


El segundo plano de este espejismo es social. El caso de Bajandar se ha utilizado por el Gobierno como un ejemplo de los avances médicos del país y del trato humano que ofrece a sus ciudadanos, pero su historia es una excepción en todos los sentidos menos en uno: la vida que Bajandar llevaba hasta que se hizo famoso. Porque Bangladesh, con una renta per cápita que roza los mil euros, no deja de ser uno de los países más pobres del mundo en el que desesperadas historias como la suya abundan. Él ha tenido la suerte de llamar la atención, pero muchos otros sufren y mueren en el anonimato. De hecho, durante las visitas realizadas por este periodista al hospital en el que estaba ingresado, quedó patente que la mayoría del resto de pacientes esperaba tratamiento en unas condiciones infrahumanas. Hacinados en pasillos y sin apenas atención médica, muchos incluso se quejaron del trato de favor que Bajandar estaba recibiendo “porque la prensa se ha interesado por él”.

Fuente: El País