Subiendo
por avenida Uruguay, entre las calles Victoria e Independencia se ubica la
librería 'Milán'. Un local que parece haber sido congelado en el tiempo, desde
que fue inaugurado en el año 1936 por el italiano Silvio Poletti Trussardi,
fallecido en 2002, pero su legado fue continuado por su hijo Iván Poletti
Barrios, quien es el actual dueño y atiende personalmente a su fiel clientela.
Una
vitrina a la antigua que luce su mejor mercadería es la fachada del local que
destaca entre los boliches, panaderías, tiendas de carcazas de celulares,
ventas de artículos electrónicos y las importadoras que poco a poco van
reemplazando al comercio tradicional porteño.
Autitos
construidos a escala y de colección, maquetas para armar como hobby de barcos,
vehículos, tanques, aviones; soldaditos de plomo, locomotoras, animales de
plástico, cascabeles, sorpresas para los cumpleaños, petacas, cigarreras, y
toda clase se artículos de escritorio se pueden encontrar en su interior.
Todo
muy bien distribuido y ordenado en secciones y vitrinas de vidrio. Un deleite
visual para quienes gozan con los objetos de extrema nobleza, donde prima el
valor histórico y, por qué no, sentimental por sobre lo monetario. Precios
económicos que además están visibles en etiquetas escritas a mano.
EL
LEGADO DE DON SILVIO
Iván
Poletti nos recibe amablemente en su librería para contarnos sobre el origen de
'Milán'. Aprovechando el día lluvioso de ayer miércoles, donde no hubo mucho
flujo de clientes como es costumbre en el local, que por lo general pasa lleno
de gente.
"Yo
trabajo aquí desde los siete años. El primer dueño de la librería fue mi papá
Silvio Poletti, él era hijo de inmigrantes italianos en Brasil. Mi abuelo,
Guillermo Poletti que era ingeniero textil, se vino de Italia detrás de una
novia, que luego fue su esposa, y se dio cuenta que en Brasil en esa época no
habían industrias textiles y formó la más grande de Latinoamérica", relata
don Iván.
Y
continúa: "mi padre era el menor y más pobre de seis hermanos, y vino a
Chile de turista en el año 1935. Le gustó mucho el clima y decidió quedarse
acá, y al año siguiente (1936) compró la librería que en esos años era de un alemán
de apellido Müller. Pero en esos tiempos sólo se vendían libros, después él le
fue agregando artículos de escritorio", aclara.
Don
Silvio Poletti, además era contador de profesión; pero escribía libros de
críticas y ensayos satíricos que publicó en unos tomos que también están a la
venta en la librería 'Milán'. Su hijo Iván reconoce que su padre era un hombre
inquieto y con muchas cualidades literarias, ya que realizó importantes
colaboraciones tanto en La Estrella de Valparaíso como en El Mercurio.
"Aquí
en Valparaíso conoció a mí mamá, Margarita Barrios, quien murió hace 15 días
atrás. Se casaron en 1953 y ella fue su mano derecha en la librería. Ellos
nunca tuvieron empleados porque en esa época los negocios se trabajaban en
familia; cuando yo era niño le ayudaba a mis padres y crecí en el
negocio", asegura Poletti.
En un
comienzo la librería 'Milán' estaba ubicada en avenida Francia. Luego, debido a
una demolición del edificio en 1965 se trasladó hacia Independencia, en la
famosa esquina donde también estaba la ya extinta fiambrería 'Los Peña'. Y
finalmente, tras el terremoto de 1985 debieron cambiarse a Uruguay 562.
EL
SURTIDO ES LA CLAVE
Otra
de las gracias de 'Milán' es el gran surtido de su mercadería. Según don Iván
"el negocio se mantiene por el surtido, si yo no tengo surtido no vendo
nada", dice. "Hubo un momento que había competencia de precios entre
distintas librerías, pero ahora prácticamente ya no quedan librerías porque se
las han comido los supermercados, al igual que las ferreterías y
mercerías".
Los
hijos y nietos de don Iván le insisten en modernizar la librería con un sistema
computacional para la venta de sus productos. Pero él dice que prefiere
trabajar todo de forma manual, tal cual como lo hacía su padre. "Porque
imagínese si quiero vender un sobre suelto tendría que ingresarlo al computador
y creo que es mucho, no vale la pena. Para mí no es vital el computador, te
limita a atender a los clientes de a uno", dice convencido.
Poletti
reconoce que sus clientes acuden al local a comprar cosas concretas. En su
mayoría son coleccionistas o personas que tienen como hobby armar maquetas de
objetos de guerra.
SOLDADITOS
DE ESTAÑO
En la
vitrina principal destaca un batallón de pequeños soldaditos de estaño.
carabineros con sus perritos policiales, marinos, y representantes de todas las
dotaciones de las Fuerzas Armadas se agrupan y entre ellos destacan personajes
bélicos e históricos como Hitler y Mussolini.
También
hay guerreros griegos y romanos; otros de la época Antigua, medievales, y lo
más contemporáneos son mineros y bomberos. Estas figuras son confeccionadas por
el hermano de don Iván, quien vive en Santiago, y son piezas únicas, muy
cotizadas por los coleccionistas. "Mi hermano ha hecho una gran cantidad
de matrices, y está inspirado en su trabajo en la Fuerza Aérea, como fotógrafo
documentalista", destaca.
SUEÑOS
A FUTURO
Don
Iván reconoce que está aburrido de trabajar en la librería 'Milán'. Y es
comprensible cuando se ha estado toda la vida dedicado a atender y cuidar el
negocios que heredó de sus padres.
Sus
hijos ya tienen sus vidas hechas y sus profesiones, y sus nietos van por el
mismo camino. "A veces vienen a verme y me ayudan a atender a la
clientela. Pero no creo que quieran seguir con el negocio", dice.
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