Se trataría del catalán Arnau de Torroja, noveno Gran Maestre de la Orden
del Temple a finales del siglo XII y, de confirmarse, sería la primera vez que
se identifica a un gran maestre templario
Los restos de un hombre de avanzada edad encontrados hace dos años un
sarcófago en Verona (Italia) podrían pertenecer a un gran maestre de la Orden
de los Templarios nacido en Solsona (Lérida), han asegurado hoy científicos de
la Universidad de Bolonia.
La principal hipótesis es que
se trata de la tumba de Arnau de Torroja, noveno Gran Maestre de la Orden del
Temple a finales del siglo XII y, de confirmarse, sería la primera vez que se
identifica a un gran maestre templario.
El arqueólogo de la
Universidad de Bolonia Giampero Bagni y el antropólogo Fiorenzo Facchini, ehan
explicado cómo hallaron en 2016 un sarcófago con los restos de un hombre de
edad avanzada cubierto con un sudario de seda, prueba de que se trataba de una
persona preeminente.
Los resultados de su
investigación han sido presentados en un congreso histórico-científico titulado
"Il sarcofago ritrovato a Verona e i templari" (el sarcófago
encontrado en Verona y los templarios) celebrado en Verona.
La Orden de los Pobres
Caballeros de Cristo del Templo de Jerusalén nació en 1120 en la capital de
Tierra Santa, conquistada en 1099 en la Primera Cruzada, para defender los
Santos Lugares y proteger a los peregrinos que cruzaban el Mediterráneo para
visitar la cuna de la Cristiandad.
Los investigadores italianos
pretenden demostrar que los restos corresponden a Arnau de Torroja, quien
habría acabado muerto y enterrado en Verona.
Sarcófago de piedra
Las obras de restauración en
la iglesia de San Fermo di Maggiore de la citada ciudad italiana permitieron
descubrir tras una pared un sarcófago de piedra con la cruz de los templarios
esculpida, según un comunicado del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un
centro centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
español y la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona.
De Arnau de Torroja, se sabe
que viajó a Tierra Santa, donde negoció una tregua con Saladino e intentó
mediar en las tensiones crecientes con el orden de los Hospitalarios. La muerte
le sorprendió de vuelta del largo viaje, el 30 de septiembre de 1184, en
Verona.
Los responsables del IBE
sostienen que fue enterrado en la iglesia del Temple de San Vitale de esa
ciudad.
Al disolverse la Orden, la
iglesia del Temple de San Vitale pasó a manos de los Caballeros de la Orden de
Malta, que se clausuró en 1760 debido a los daños provocados por el
desbordamiento del río Adige, y los objetos que albergaba fueron distribuidos
por las iglesias cercanas.
La datación con carbono 14
reveló que los restos hallados en 2016 eran de entre 1020 y 1220, unas fechas
coherentes con la época en la que vivió Arnau de Torroja.
Muestras de un diente
Los científicos tomaron una
muestra de un diente para realizar una prueba genética y se pudo confirmar que
los restos correspondían a los de un hombre.
Esa muestra se comparó con
otras de del Occidente mediterráneo y se encontró que era similar a las de habitantes
del noreste de la actual España.
Para confirmar la identidad de
los restos hallados en Verona será necesario compararlos con el de algún
pariente y por ello se pretende analizar los de un hermano de aquel gran
maestre, Guillem de Torroja, que está enterrado en la catedral de Tarragona.
Los restos mortales del que
fue el arzobispo de Tarragona entre 1171 y 1174 están en un arca de mármol
colocada en una pared de la capilla de Santa Bárbara.
El arzobispado de Tarragona y
el capítulo catedralicio han dado ya la autorización a los investigadores para
que puedan acceder a la tumba y extraer una muestra de los restos de Guillem de
Torroja, según el IBE, lo que daría la posibilidad de confirmar finalmente la
identidad del primer gran maestre. Efe
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