EL CULTO A LA MUERTE EN CHILE

                                                              NUEVA ANIMITA - LUCHITO

Hay ciertas tradiciones, costumbres o creencias populares en Chile, que no pasan pese al paso del tiempo. Todo lo dicho, reforzado por la fe y las circunstancias adversas al desaparecer un ser querido. Los recuerdos en pequeñas construcciones dedicadas a memoria de las víctimas son recurrentes en este país, donde la fe del pueblo no disminuye y piensan en una vida mejor, aunque esta sea lejos los seres queridos.

Es el caso lamentable, del asesinato del niño de 11 años Luis Díaz Parraguez, un niño asesinado en Marzo del año pasado en la localidad de la Palmilla , cumple todos estos requisitos, quien su propio padre celoso de que su ex pareja iniciara una nueva relación, totalmente desquiciado buscó venganza asesinando a su propio hijo con veinte puñaladas.

Hoy en día muchas personas han acudido a Luchito, para pedirle milagros. Según los testimonios recogidos el niño es el causante de mejorías y  dolencias de quienes acuden a su memoria. La muestra son los carteles que los beneficiados dejan en su animita de recuerdo.

No importa el motivo de su muerte a quienes se dedican estas "animitas". 

Es el caso del Hans Pozo, el joven asesinado y descuartizado en 2006. Localizada en los desolados basurales y llanos baldíos de la población Marta Brunet en Puente Alto, donde Hans Pozo vivía habitualmente. 

Esta animita permanece y subsiste con flores de plásticos, juguetes rotos, mensajes de amor, fotos de la Virgen de Lo Vásquez, cigarros, monedas, etc.

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