El
arqueólogo y numismático Néstor F. Marqués ha investigado estas piezas que
documentan que el nombre de la ciudad no ha variado en dos mil años
Un
pedazo diminuto de metal puede esconder una gran historia. Una humilde moneda
de pequeño comercio es una ventana a la ideología y los valores (materiales e
inmateriales) imperantes en una época. A pesar de que a estas alturas del siglo
XXI la numismática romana ha estudiado con detalle todos los elementos que
hicieron grande al imperio de los Césares, aún quedan pequeños milagros. Que se
lo digan a Néstor F. Marqués, que acaba de descubrir una nueva moneda romana,
algo que no ocurre todos los días. Y solo quedan 3 ejemplares.
Se
trata de una emisión que había pasado inadvertida hasta ahora a los estudiosos
de todo el mundo y de toda la historia. Una moneda acuñada en Segovia en el
siglo I a. C. y de la que nadie tenía noticia. ¿Cómo es posible? El responsable
de este hallazgo es, además de segoviano, un joven arqueólogo y un numísmata
brillante.
-¿Quiere
decir numismático?
-Bueno.
Se llama numísmata al que estudia las monedas y numismático al que las vende,
pero todos decimos numismático y nos entendemos, tampoco eso va a ser un
problema.
Segovia
ya es bastante famosa por su Real Ingenio, la pionera fábrica de moneda del
tiempo de los Austrias. Aunque nada puede competir con el pasado romano que sin
duda resume la grandeza del Acueducto. Menos sabido era que Segovia acuñó
moneda en tiempos romanos, no porque fuera una ciudad muy importante, sino
porque cultivaba con esa emisión su imagen de prestigio comercial, según
confirma Marqués, que realizó esta investigación cuando estudiaba en la
Universidad Autónoma de Barcelona y que hoy es investigador en la Real Academia
de Bellas Artes. Pero subraya que hasta ahora, todas las fuentes hablaban de
una única emisión de moneda en la Segovia romana del siglo I a. C.. La
prestigiosa publicación de referencia, «Roman Provincial Coinage», ha dado por
bueno su descubrimiento.
Marqués
ha descubierto que no fue una emisión, sino que hubo dos. Separadas por varias
décadas. Este descubrimiento es importante por varias razones, «porque ofrece
un elemento más en la historia de Segovia y en la hispania romana. Fueron dos
acuñaciones y eso tiene un gran significado», comenta el arqueólogo a ABC. Pero
además tiene un significado literal muy relevante: «Una ciudad con tanto pasado
numismático tiene que estar tremendamente orgullosa de tener una nueva moneda
que es importante porque lleva su nombre de la ciudad. Esta moneda es el primer
documento que conocemos en el que aparece el nombre de Segovia. Y gracias a
ella sabemos que no ha cambiado 2.000 años». Eso tampoco ocurre en ninguna otra
ciudad romana.
Para
el investigador esto «confirma que ya se llamaba así desde el siglo I antes de
Cristo. No era una urbe muy importante pero quería darse propaganda con estas
emisiones civitas, que pretendían que con el uso de esta moneda de menudeo y
comercio se viese al cambiar de mano que la ciudad tenía esa capacidad».
La
identidad del artista acuñador
Lo
mejor de todo es que en su investigación casi ha logrado identificar al artista
que la acuñó. No es que sepamos el nombre pero sí de dónde viene. Era normal
que las ciudades contrataran los servicios de un artista acuñador para estas
emisiones puntuales. Néstor F. Marqués ha relacionado la emisión de Segovia con
otra anterior de Segóbriga. «Seguramente es el mismo, no es un taller fijo,
sino un artesano itinerante. Las monedas son muy similares, en el reverso uno
puede ocultar el nombre y el dibujo del caballo es prácticamente idéntico».
Solo existen tres ejemplares
de la moneda recién descubierta. «Dos se encuentran en colecciones privadas en
Segovia y sería muy bueno que algún día pasaran a una colección pública, la de
la Casa de la Moneda o Museo de la Ciudad. Aunque están perfectamente cuidadas, es bueno que un patrimonio tan escaso,
pueda ser disfrutado por el público general.
-¿Y
el tercer ejemplar?
-En
el Hunterian Museum de Glasgow.
-¿Cómo
llegaría allí?
-El
investigador que la vio de casualidad estudiaba la actividad de las provincias
romanas. Pero cuando la encuentra se cree que es de la primera emisión. Es el
error tremendo que se ha repetido siempre, que se reproduce porque no se
conocía la segunda emisión.
-Todos
la tomaban por la anterior. ¿Había al menos imágenes?
-El primer grabado de la
moneda romana de Segovia es de 1648 y se pensaba que era de la emisión
conocida, pero como los detalles no coincidían plenamente se pensó que el
artista habría tomado licencias (risas) que lo habría hecho con excesiva
libertad. Al verlo me di cuenta de que es, exactamente, el dibujo de la segunda
emisión. Dado lo escaso de los ejemplares existentes, es muy posible que el
grabador se fijara en la segunda moneda, y por los detalles del anverso y cómo
dibuja las letras, es posible que fuera la exactamente la
misma.
El misterio de las letras del anverso
Y todavía no hemos hablado del misterio que encierran. Las
letras CL que flanquean la cabeza del anverso. Nadie sabe qué son. Néstor
F. Marqués ha descartado algunas teorías que decían que era el nombre del
funcionario encargado de la moneda (al haber dos emisiones es casi imposible,
no estaban tanto en el cargo, no podría ser el mismo). Lo más probable, según
su opinión, es que las letras signifiquen un nombre
plenamente reconocible para los ciudadanos de la Segovia romana... un
apelativo unido al nombre, como ocurrió en otras ciudades importantes que
acuñaban monedas, pero por la discreta importancia de Segovia en la época no
tenemos manera de confirmarlo con documentos u otros soportes. ABC
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