miércoles, 19 de julio de 2017

ENCUENTRAN MOMIFICADA A UNA PAREJA QUE DESAPARECIÓ HACE 75 AÑOS EN UN GLACIAR EN SUIZA

LA MONTAÑA ENTREGA SUS SECRETOS DE VEZ EN CUANDO

Ni la muerte logró separarlos. Un glaciar en retroceso reveló dos cuerpos congelados que serían los de una pareja que desapareció hace más de siete décadas. 

La prensa suiza relata que los esposos Marcelin y Francine Dumoulin habían ido a ordeñar sus vacas en la ladera de una montaña en los Alpes cuando se desvanecieron sin dejar rastro el 15 de agosto de 1942.

“Preocupante desaparición” tituló el diario “Le Nouvelliste Valaisan” en su edición del 20 de agosto de 1942. En la publicación, se destacaba que el matrimonio dejó la ciudad de Savièse rumbo a un predio que tenían en la zona de Berna. El diario consignaba también que un equipo de rescate encabezado por el pastor de la parroquia local, reverendo Jean Labbe, fue en búsqueda de los extraviados. “Estamos muy preocupados por su destino”, cerraba el texto, según recopiló Emol, que citó además a Le Confédéré que en su edición del 21 de agosto de 1942 publicó que “en todo el cantón se habla de la desaparición del matrimonio Dumolin, que se fue la mañana del sábado al otro lado de la montaña”. “Se fueron temprano, dejando a los niños en casa, acompañados por algunos agricultores; a continuación, la pareja se fue sola”, explicaba el diario.

Marcelin, un zapatero, tenía 40 años, cuando la pareja desapareció. Y su esposa Francine, una maestra, tenía 37. Agregaba que “esta es una familia unida, que es muy apreciada en la región”. El clan familiar estaba integrado además por los siete hijos de la pareja, donde el mayor tenía 13 años y el menor un año y medio, quien según el texto “espera ansiosamente el regreso de mamá y papá”. En la crónica también se hablaba de la expedición del equipo de búsqueda, el cual estaba compuesto por personal de la policía de Valais, más “dos docenas de alpinistas, guías y escaladores”, quienes iban acompañados por dos religiosos. “El resultado de sus investigaciones no se conoce todavía. Pero la frágil esperanza de encontrar con vida a la pareja desaparece rápidamente”, advertía el medio, que también graficaba la ansiedad que se sentía en ese momento.

El fin de la espera
Todo esto llegó a su fin la semana pasada, con la aparición de los cuerpos. La hija menor del matrimonio, Marceline Udry Dumoulin, de 79 años, dijo que el hallazgo le produjo “una profunda sensación de calma”.“Nos pasamos toda nuestra vida buscando a mi madre y a mi padre”, dijo la hija al diario Le Matin, de Lausana.

La policía local informó que los cuerpos fueron descubiertos la semana pasada en el glaciar de Tsanfleuron, en un macizo conocido como Les Diablerets, en el sur de Suiza.
Un operario del centro de esquí Glacier 3000, encontró los restos de la pareja. El lugar se encuentra a más de 2.600 metros de altura.

El director del centro, Bernhard Tschannen, señaló que además de los cuerpos se hallaron mochilas, platos de metal, una botella de vidrio, un libro y un reloj.
Tshannen cree que la pareja probablemente cayó en una grieta y aseguró que por la ropa podía inferirse que el matrimonio había estado en el hielo entre 70 y 80 años.

“Los cuerpos yacían uno al lado del otro. El hombre y la mujer vestían ropa que data del período de la Segunda Guerra Mundial”, señaló Tschannen al diario Le Matin.
“Gracias al hielo los cuerpos están perfectamente preservados”.

Siete huérfanos
Las autoridades realizarán pruebas de ADN para establecer en forma definitiva la identidad de los restos, pero Marceline Udry Dumoulin cree que se trata de sus padres.
Francine no solía acompañar a su esposo a la montaña porque “pasó gran parte de su vida embarazada y el terreno era muy difícil y agreste”, relató la hija menor de la pareja, que tenía 4 años cuando desaparecieron sus padres.

El matrimonio vivía en Chandolin, una aldea en el cantón de Valais. Los pobladores del lugar realizaron operaciones de búsqueda durante dos meses.
Los siete huérfanos, cinco varones y dos niñas, fueron enviados a vivir con otras familias.
“Yo tuve suerte porque me crió una tía. Aunque todos vivíamos en la zona, perdimos contacto”, señaló Marceline Udry Dumoulin.

Funeral de blanco
“Ya no pensábamos que sería posible dar a mis padres el funeral que se merecen”, señaló la hija. Y cuando el funeral tenga lugar, Udry Dumoulin asegura que no se vestirá de negro. “El blanco es un color más apropiado porque representa esperanza”, señaló. “Y yo jamás perdí la esperanza de encontrar a mis padres”.  Agencias
Foto: Le Matin 
La pareja desaparecida en la montaña

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