El sitio de unas 46 hectáreas alberga más de 80 túmulos y
cuenta con vestigios desde el Periodo Formativo hasta Incas e
Hispano-coloniales.
Hace unos 3.000 años las comunidades que habitaron el
norte de Chile iniciaron un proceso llamado Periodo Formativo, donde pasaron de
ser cazadores recolectores a pueblos sedentarios con capacidad agrícola y
domesticación de animales, principalmente camélidos.
Este complejo período es el que un grupo de arqueólogos
estudió por más de cuatro años gracias a un proyecto Fondecyt, investigando la
Pampa del Tamarugal en toda su extensión, desde Camiña hasta el río Loa.
Recorrieron 48.280 hectáreas a pie esperando encontrar hallazgos que
proporcionaran más información sobre cómo vivían estos antiguos grupos humanos.
En este territorio se encontraron alrededor de 4.000
sitios arqueológicos, contando con 674 que corresponden al Formativo.
"Nuestra investigación abordó apenas a un 5% de la pampa, por lo que, si
multiplicamos por 100, podríamos decir que debe haber muchos más sitios
ocupados por las antiguas poblaciones humanas", señaló Mauricio Uribe,
académico de la Universidad de Chile y líder del estudio.
Dentro de estos sitios, hubo uno que llamó su atención:
un centro ceremonial de casi 3.000 años de antigüedad, ubicado en Pampa Isluga
-comuna de Huara-, cerca del geoglifo denominado Gigante de Tarapacá. Este
centro cuenta con una extensión de unas 46 hectáreas y con más de 80 túmulos,
que son acumulaciones de tierra, vegetales y ofrendas que, muchas veces, se
levantan sobre entierros humanos. El tamaño de los túmulos encontrados es
variado, alcanzando hasta cuatro metros de altura. "Son muy típicos del
Período Formativo y hay muchos en Arica y Quillagua, pero aquí está la
concentración más grande y bastante intacta del norte de Chile", enfatizó
el arqueólogo.
Lejos de ser considerado como un simple cementerio de las
primeras poblaciones agrícolas de la pampa, este lugar, además, albergó grandes
plazas y espacios públicos, contando con esculturas, monolitos, extensos campos
de cultivo, talleres de manufactura y artesanías, por lo que en aquella época
habría sido visitado por una gran cantidad de población.
"Este centro alcanza una complejidad que no
conocíamos. Es un espacio ceremonial, pero también está asociado a labores productivas,
lo que hace aún más particular este descubrimiento", destacó Uribe. Agregó
que por las construcciones encontradas se sabe que es de los primeros años del
Formativo, aunque se mantuvo activo en el tiempo por miles de años, siendo
visitado por los Incas e incluso por los primeros españoles.
Sitio de culto
La importancia de este lugar fue tal a lo largo de su
historia, que los Incas lo consideraron como un sitio de culto, lo que se
evidencia con los artefactos hallados, que tienen relación con su alta
jerarquía social, como cerámica imperial polícroma, con colores e iconografía
propios del Cusco, metalurgia y campanas de bronce. En momentos coloniales, los
españoles transitaron por el lugar y plantaron trigo en los campos de cultivo
asociados, dejando evidencias de botijas europeas.
Debido a su importancia y como una manera de conservar
este centro ceremonial para que sea reconocido como un patrimonio arqueológico
relevante, Uribe señaló que "es necesario seguir estudiándolo de manera
sistemática y considerar estrategias para su protección con las autoridades y
comunidades locales".
Mauricio Uribe, arqueólogo."
"Nuestra investigación abordó apenas a un 5% de la
pampa"
3.000 años tiene uno de los sitios ceremoniales hallados
durante la investigación.
El sitio de unas 46 hectáreas alberga más de 80 túmulos y
cuenta con vestigios desde el Periodo Formativo hasta Incas e
Hispano-coloniales.
48.280 hectáreas recorrieron a pie entre Camiña y el río
Loa, encontrando 4 mil sitios arqueológicos.
Fuente: La Estrella de Iquique
Fuente: La Estrella de Iquique
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