LOS MISTERIOS RESUELTOS DE LA ÚLTIMA NOCHE DEL TITANIC
En pleno aniversario del hundimiento del
«Buque de los sueños», te contamos cuatro curiosidades sobre él que
probablemente no conocías
Ya
han pasado 104 años desde que el R.M.S. «Titanic», también conocido como el
«Buque de los sueños», se fue al fondo del mar tras chocar contra un iceberg
llevándose consigo a más de 1.500 almas. Sin embargo, su historia sigue tan
viva hoy en día como aquel 15 de abril de 1912. Y es que, por muchos años que
pasen, es imposible no estremecerse al pensar en como vivieron el naufragio
cada uno de las personas que se encontraban a bordo. Por ello, hoy queremos
contarte cuatro historias curiosas sobre esta tragedia que probablemente no
conocías.
1-Hachas para
cortar las manos a los náufragos y evitar que volcaran los botes
La
primera de estas emotivas historias nos sitúa en la fría noche del 14 de abril
después de que el «Titanic» chocara contra aquel gigante de hielo y se hundiera
para siempre en el Atlántico. Eran horas aciagas pues, al no haber botes
salvavidas ni para la mitad del pasaje, centenares de personas luchaban desde
las gélidas aguas para subir a una embarcación y no morir congeladas.
No
obstante, los oficiales sabían que el peso excesivo podía hundir las pequeñas
embarcaciones en las que viajaban los supervivientes, por lo que hicieron uso
de todas las armas que encontraron para mantener a los náufragos dentro del
océano. Eso es lo que sucedió en botes como el 12, donde dos españolas vieron
como un oficial cortaba la mano a uno de los náufragos que trataban de hacerse
un hueco entre los supervivientes.
«En
cuestión de minutos, el bote 12, que se encontraba a un cuarto de milla de
distancia de la zona del hundimiento, se vio acosado por enloquecidos náufragos
que intentaban trepar a la embarcación. “Una persona llegó nadando hasta
nuestro bote y le cortaron de un hachazo la mano, mientras que a otras hubo que
matarlas a tiros”, manifestaron las hermanas Florentina y Asunción Durán»,
señala el periodista Nacho Montero, en su obra «Los diez del “Titanic”».
Este
suceso, sin embargo, tendría que esperar años y años hasta salir a la luz.
«Interrogados en las comisiones de investigación abiertas días después por los
gobiernos de Inglaterra y Estados Unidos, los tripulantes de este bote, como
casi todos los supervivientes de la dotación del "Titanic", jamás
admitieron que se hubiera negado auxilio o utilizado armas», finaliza el
escritor en su obra.
2-El «Titanic»
contactó por telégrafo con Tenerife días antes de la tragedia
Además
de ser un inmenso palacio flotante, el «Titanic» también contaba con la última
tecnología a bordo. Uno de los «juguetes» más caros que podía utilizar la
tripulación era una gigantesca antena de radiotelegrafía que permitía al barco
contactar con puntos ubicados al otro lado del océano -algo extraño para la
época-. En una prueba realizada días antes de la tragedia, desde la sala de
radio del transatlántico se envió un mensaje que fue respondido por la estación
costera de Tenerife, a 3.700 kilómetros de distancia.
«Esa
tarde, los dos operadores de radio del "Titanic", Jack Phillips y
Harold Bride, decidieron probar el transmisor Marconi a plena potencia.
Disponían del equipo más moderno y eficaz del momento que, en condiciones
normales, garantizaba un alcance de unos 450 kilómetros, pero que, a toda su
capacidad, podía superar miles de kilómetros. Con su magnífica estación
ajustada y plenamente operativa, Phillips y Bride efectuaron una comunicación
de larga distancia. No fue difícil con su potente antena de 35 metros situada
entre los mástiles, sobre cubierta», explica Nacho Montero en «Los diez del
“Titanic”»
«Les
respondió la estación costera de Tenerife, situada a unos 3.700 kilómetros, y
que se encontraba en fase de pruebas. Ubicado en Santa Cruz de Tenerife, este
centro telegráfico acababa de ser instalado por la empresa Marconi y disponía
de cuatro colosales torres de 75 metros de altura, enclavadas en lo que hoy se
conoce como el barrio de las Cuatro Torres. Una segunda llamada llegará hasta
Port Said, a unos 5.500 kilómetros. El ensayo había sido un éxito», finaliza el
autor.
3-La monarquía
española lamentó la tragedia del «Titanic»
En
los días posteriores a la catástrofe, la comunidad internacional quedó
estremecida por la tragedia del «Buque de los sueños». Por ello, de este a
oeste se sucedieron los mensajes de condolencias hacia los países que más
víctimas habían tenido que contar en la tragedia. Curiosamente, una de las
regiones que transmitió su pésame a EE.UU. (lugar hacia el que viajaba el
Titanic») fue España.
«Los
Reyes de España, Sus Majestades Don Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenia de
Battenberg, enviaron un telegrama al presidente de los Estados Unidos en el que
decían lo siguiente: “Hemos tenido conocimiento con profunda pena de la
catástrofe del Titanic, que ha sumido en el luto a la nación americana.
Enviamos nuestras sinceras condolencias y deseamos asegurarle a usted y a su
nación nuestros sentimientos de amistad y simpatía”», explica Nacho Montero en
declaraciones a ABC.
4-El misterio de
las luces fantasma vistas por los pasajeros
Uno
de los misterios sin resolver relacionados con el «Titanic» señala que, cuando
los botes salvavidas se encontraban en el agua, vieron unas extrañas luces en
el horizonte. Pensando que pertenecían a otro navío, el capitán Smith ordenó
que los supervivientes se dirigieran hacia ellas lo más rápidamente posible. En
cambio, tan fugazmente como llegaron, los puntos luminosos se fueron.
¿Qué
eran aquellas luces? Nacho Montero tiene una teoría que plasma en su obra, «Los
diez del “Ttanic”»: «Era un ballenero finlandés, el "Samson", que se
había quedado varado y transportaba un cargamento ilegal de pieles de foca
desde el norte de Canadá a través de aguas territoriales norteamericanas. Desde
las cubiertas pudieron observar con claridad las miles de luces de un gran
buque (el “Titanic”) que descargaba bengalas blancas»..
«En
un momento dado, sospechando que habían sido avistados por los guardacostas
estadounidenses, se alejaron de la zona. Como no disponían de radio a bordo, no
tuvieron noticias de la tragedia del Titanic hasta llegar, días después, a las
costas de Islandia. ¡Podrían haber salvado a los náufragos! Un pacto tácito de
silencio entre la tripulación permitió guardar el secreto durante medio siglo.
En el año 1962, el Capitán del Samson, Henrik Naess, ya en el umbral de la
muerte, confesó la verdad. En todo caso, a día de hoy, el enigma de las luces
fantasma del Titanic no puede considerarse resuelto», finaliza Montero.
Este
reportaje fue publicado originalmente el 15 de abril de 2014 bajo el titular:
«Cuatro curiosidades sobre el hundimiento del "Titanic" que quizás no
conozcas» ABC
Más información relacionada con este tema del Titanic:
17.Septiembre.2012:
Bombero chileno de origen italiano en el Titanic
06.Abril. 2013:
Algo más sobre el Titanic "Viajeros españoles, catalanes y sudamericanos en la tragedia"
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